Madrid negocia en secreto reducir la presencia militar de EE UU

ENVIADO ESPECIALEl Gobierno espa?ol negocia en secreto la reducci¨®n de la presencia militar norteamericana en las bases de utilizaci¨®n conjunta. La nueva ronda negociadora que se inici¨® ayer en el Departamento de Estado, en Washington, entre una delegaci¨®n espa?ola y otra, norteamericana, est¨¢ rodeada, de un hermetismo informativo total. Ya se ha anunciado que al final de la misma no habr¨¢ comunicado conjunto ni declaraci¨®n alguna sobre el resultado de los temas tratados.

Fuentes cercanas a la delegaci¨®n espa?ola se limitaron anoche a decir, al t¨¦rmino de la reuni¨®n, que el di¨¢logo hab¨ªa sido "franco por ambas partes", lo que en lenguaje diplom¨¢tico supone que cada delegaci¨®n mantiene sus posiciones iniciales, esto es, que se mantienen las profundas diferencias de interpretaci¨®n latentes desde la primera reuni¨®n, celebrada en Madrid el pasado mes de julio, en la que Espa?a present¨® un documento que preve¨ªa una importante reducci¨®n de la presencia militar norteamericana. Un portavoz del Departamento de Estado, por su parte, no quiso hacer ning¨²n comentario sobre lo tratado en la reuni¨®n.

La reuni¨®n de ayer tuvo una sesi¨®n de tres horas, por la ma?ana, seguida de un almuerzo de las dos delegaciones, tambi¨¦n en el Departamento de Estado. Por la tarde se volvieron a reunir, despu¨¦s de que cada grupo, por separado, celebrara consultas. Esta ma?ana, antes de la ¨²ltima reuni¨®n, el jefe de la delegaci¨®n espa?ola, M¨¢ximo Cajal, se entrevistar¨¢ conel n¨²mero tres del Departamento de Estado, Michael Armacost, subsecretario para Asuntos Pol¨ªticos. La entrevista, seg¨²n medios diplom¨¢ticos espa?oles, "no ha sido provocada por las diferencias existentes entre las dos delegaciones", sino que "estaba prevista de antemano".

El secreto que ha rodeado la reuni¨®n de Washington, informaron fuentes espa?olas, seguir¨¢ durante todo el proceso negociador. En Washington, la parte espa?ola espera una respuesta a su propuesta sobre una "reducci¨®n sustancial" en los efectivos norteamericanos, tanto de soldados como de instalaciones, condici¨®n imprescindible para la renovaci¨®n del Convenio de Amistad, Defensa y Cooperaci¨®n con EE UU, que expira en mayo de 1988.

El punto clave de las diferencias en el actual proceso negociador se centra en el volumen de la reducci¨®n de la presencia militar de EE UU, que Espa?a desea que afecte de forma importante a los eflectivos estacionados en la base de Torrej¨®n de Ardoz, donde est¨¢n destinados 5.194 estadounidenses (4.507 militares y 687 civiles) y hay estacionados 79 aviones de combate que integran un ala de caza t¨¢ctica. El Gobierno espa?ol se?ala que "la reducci¨®n es t¨¦cnicamente posible y pol¨ªticamente un imperativo" derivado del refer¨¦ndum de la OTAN. Esa eventual reducci¨®n, se a?ade, se har¨¢ sin que suponga un debilitamiento de la defensa occidental, en la que Espa?a participa.

Por parte norteamericana se da prioridad a la contribuci¨®n espa?ola a la defensa occidental, y se liga la reducci¨®n de su presencia militar a las garant¨ªas de que las misiones OTAN que ahora realizan sus aviones sean sustituidas "caso por caso" por la Fuerza A¨¦rea espa?ola.