Ejemplo y herencia de tres revolucionarios hist¨®ricos
Samora Machel, Agostinho Neto y Am¨ªlcar Cabral fueron dirigentes pol¨ªtico-militares revolucionarios, hombres de ideas claras y de amplia visi¨®n en favor de la lucha por la emancipaci¨®n de sus pueblos y del pueblo africano, de la construcci¨®n de los nuevos Estados que surgieron en las antiguas colonias portuguesas, su sistema de defensa y la consolidaci¨®n de su independencia. Ten¨ªan ideas claras y exactas sobre las futuras relaciones con Portugal, afirmando siempre que la lucha armada iba en contra del colonialismo portugu¨¦s y no del pueblo portugu¨¦s. Deseaban, una vez alcanzada la independencia, mantener buenas relaciones con Portugal (algo que no se pudo lograr debido a la pol¨ªtica derechista de los Gobiernos portugueses).Fueron los principales art¨ªfices de la adopci¨®n de la lengua portuguesa como lengua oficial en sus pa¨ªses. Los Gobiernos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau o Cabo Verde hicieron m¨¢s en diez a?os por la ense?anza de la lengua portuguesa que el pa¨ªs colonizador en cinco siglos.
Tanto Samora Machel como Agostinho Neto o Am¨ªlcar Cabral, adem¨¢s de pertenecer a la historia de sus pueblos, pertenecen tambi¨¦n a la historia de Portugal. Muchos dirigentes importantes del movimiento de liberaci¨®n de las antiguas colonias portuguesas se formaron pol¨ªtica y democr¨¢ticamente en el seno del movimiento antifascista portugu¨¦s, antes de lanzarse a la creaci¨®n de movimientos de liberaci¨®n nacional que m¨¢s tarde llegaron a dirigir.
Am¨ªlcar Cabral y Agostinho Neto lucharon en Portugal, codo a codo con los antifascistas portugueses, contra la dictadura de Salazar. Por otra parte, la lucha armada de los movimientos de liberaci¨®n nacional contribuy¨® en gran medida a la concienciaci¨®n pol¨ªtica y sirvi¨® para que germinaran las ideas democr¨¢ticas y liberalizadoras entre los j¨®venes oficiales portugueses.
Los j¨®venes oficiales portugueses, y con frecuencia los capitanes, comprendieron la g¨¦nesis de la guerra colonial y su relaci¨®n intr¨ªnseca con el r¨¦gimen fascista portugu¨¦s, as¨ª como la necesidad de poner fin a ambos. Los j¨®venes oficiales comprendieron que su misi¨®n patri¨®tica consist¨ªa en instaurar un r¨¦gimen democr¨¢tico en Portugal y aprender a respetar sin reservas el derecho de los pueblos colonizados a la autodeterminaci¨®n y a la independencia.
La guerra colonial influy¨® decisivamente en el nacimiento, tanto en Portugal como en las antiguas colonias, del movimiento de las fuerzas armadas que derrib¨® el 25 de abril de 1974 la dictadura que oprim¨ªa desde hac¨ªa 48 a?os al pueblo portugu¨¦s y a los pueblos de las colonias. Por otro lado, la revoluci¨®n de los capitanes contribuy¨® directamente a la independencia de los pueblos de las antiguas colonias.
La ca¨ªda del fascismo
Despu¨¦s de la ca¨ªda del fascismo se desarroll¨® un proceso de descolonizaci¨®n que en el seno del movimiento de las fuerzas arma das no fue lineal ni pac¨ªfico, sino m¨¢s bien agitado por una intensa lucha de la que sali¨® vencedora la l¨ªnea pol¨ªtica de tendencia liberadora y antineo colonialista de ciertos sectores progresistas dentro del movimiento de las fuerzas armadas.
Despu¨¦s del 25 de abril, y pesar de las diferencias normales de cada una de las colonias, sur gen relaciones amistosas entre elementos del movimientos de las fuerzas armadas y elementos de los movimientos de liberaci¨®n. Estas relaciones surgen y se consolidan debido en parte a una pol¨ªtica de visi¨®n amplia por parte de los dirigentes de los movimientos de liberaci¨®n, en espe cial de Samora Machel, Agostinho Neto y Am¨ªlcar Cabral.
Las relaciones que se desarrollan despu¨¦s del 2,5 de abril entre el movimiento de las fuerzas armadas y los movimientos de libe raci¨®n de Angola, Mozambique y Guinea Bissau-Cabo Verde, son relaciones desiguales en la historia de la descolonizaci¨®n africana y dieron a la descolonizaci¨®n portuguesa un car¨¢cter completamente diferente de las descolonizaciones neocolonialistas de Inglaterra o Francia.
La revoluci¨®n de abril fue una revoluci¨®n antifascista y anticolonialista, algo que se reflej¨® en el car¨¢cter de la descolonizaci¨®n portuguesa. La revoluci¨®n de abril fue el resultado no s¨®lo de la lucha de nuestro pueblo, al frente del cual estaba el 25 de abril de 1974 lo mejor que hab¨ªa en las fuerzas armadas, sino que fue tambi¨¦n el resultado de la lucha armada de los pueblos de las colonias. Por todas estas razones objetivas e innegables, podemos afirmar que Machel, Cabral y Neto pertenecen tambi¨¦n a nuestra historia.
Pertenecen a nuestra historia por la influencia pol¨ªtica e ideol¨®gica que recibieron en la lucha del movimiento democr¨¢tico y antifascista portugu¨¦s contra la dictadura y por la influencia que los movimientos que dirig¨ªan ejercieron en la lucha contra el fascismo y el imperio colonial portugu¨¦s, adem¨¢s del posterior desarrollo en el proceso de descolonizaci¨®n.
El movimiento de las fuerzas armadas crea del lado portugu¨¦s la responsabilidad de dirigir la descolonizaci¨®n, algo decisivo hasta agosto de 1975, tres meses antes de la independencia de Angola. Los militares portugueses, dada su experiencia de 13 a?os de guerra colonial, conoc¨ªan directamente, y mejor que nadie, las condiciones de lucha de los movimientos de liberaci¨®n y las justas razones por las que se combat¨ªa. As¨ª pues, entre los dirigentes del movimiento de las fuerzas armadas que trabajaron directamente en el proceso de descolonizaci¨®n, as¨ª como entre la mayor parte de los militares del movimiento de las fuerzas armadas, en las diversas etapas de ese proceso, no existieron ni reservas ni prejuicios de clases o sentimientos anticomunistas como tampoco las preocupaciones e inhibiciones provocadas por reacciones previsibles o rea les del imperialismo, tal y como ocurri¨® en el proceso de democratizaci¨®n en Portugal.
Esa actitud tuvo una influencia decisiva para evitar que, por parte portuguesa, la descolonizaci¨®n no se comprometiera ni con el neocolonialismo ni con el imperialismo. Llegado el d¨ªa de la independencia, los nuevos pa¨ªses africanos pudieron escoger libremente su r¨¦gimen pol¨ªtico. La descolonizaci¨®n permiti¨® que los pueblos de las antiguas colonias portuguesas tomasen en sus manos su propio destino y que se debilitara la posici¨®n del imperialismo en ?frica y en el mundo. Los nuevos pa¨ªses africanos reforzaron su independencia gracias a sus riquezas naturales y econ¨®micas e instauraron reg¨ªmenes cuyo car¨¢cter dominante no era capitalista. Sobre todo, la independencia de Angola y Mozambique tuvo gran influencia en la lucha por la liberaci¨®n de los pueblos de Zimbabue y de ?frica del Sur.
Machel, Neto y Cabral, dado el car¨¢cter nacional y social de su pol¨ªtica, fueron aut¨¦nticos inspiradores e impulsaron una nueva etapa en la lucha por la emancipaci¨®n de los pueblos africanos.
La desilusi¨®n
Los colonialistas, los detractores de la colonizaci¨®n e incluso muchos simpatizantes de la independencia de los pueblos colonizados aseguran que la descolonizaci¨®n de ?frica se llev¨® a cabo demasiado pronto, que los africanos no estaban preparados y que por eso se enfrentan hoy con grandes problemas. Aseguran adem¨¢s que la independencia fue un desastre, una desilusi¨®n.
La descolonizaci¨®n no lleg¨® demasiado pronto, ten¨ªa que haber llegado mucho antes. La descolonizaci¨®n fue beneficiosa para el desarrollo del proceso hist¨®rico que conduce a la emancipaci¨®n socio-econ¨®mica y pol¨ªtica de los pueblos en ?frica. La experiencia hist¨®rica pasada y presente demuestra que entre los objetivos del colonialismo y del imperialismo ni ha figurado ni figura el deseo de preparar a los pueblos colonizados para su emancipaci¨®n.
Son los pueblos que han estado sometidos al yugo colonial o que contin¨²an est¨¢ndolo todav¨ªa hoy los que con su propio esfuerzo, y venciendo todas las dificultades y atrasos, deber¨¢n luchar por liberarse de las secuelas del colonialismo y de la explotaci¨®n, asi como de la dependencia neocolonialista e imperialista. Son ellos los encargados, de construir esas naciones independientes, convierti¨¦ndose en los obreros de su propio progreso.
Transici¨®n inevitable
Cierto es que cre¨ªamos que los pueblos que hab¨ªan sido colonizados, una vez alcanzada su independencia y libres ya de los lazos de dependencia con su antigua metr¨®poli, tambi¨¦n se librar¨ªan de la dependencia del imperialismo. Basil Davidson, eminente historiador ingl¨¦s, comenta: "Subestimamos el impacto del sistema capitalista mundial sobre los pueblos del Tercer Mundo. Todas esas dificultades internas con las que esos pa¨ªses se enfrentan al intentar construir los sistemas sociales posteriores al per¨ªodo colonial, confrontados con el sistema econ¨®mico mundial, producir¨¢ los grandes problemas y desastres que hoy podemos ver en ?frica. Las dificultades son por tanto, mucho mayores de lo previsto y los problemas son comunes a todos los pa¨ªses liberados".
Como tambi¨¦n se?ala Basil Davidson, desde un punto de vista hist¨®rico se demuestra que los pa¨ªses que lograron la independencia durante los ¨²ltimos veinticinco a?os tienen que atravesar un per¨ªodo de transici¨®n necesario e inevitable.
Sin embargo, y a pesar de todas las dificultades, la liberaci¨®n real de ?frica est¨¢ hoy m¨¢s cerca que antes. Se aproxima el fin del apartheid y el fin del colonialismo en ?frica del Sur, que puede suponer grandes cambios en el ?frica austral y en toda ?frica en general. A esta situaci¨®n han contribuido con el esfuerzo y el sacrificio, dentro del marco de la lucha armada, en la penosa construcci¨®n de su naci¨®n y de sus Estados independientes, los pueblos de Mozambique y Angola, bajo la direcci¨®n de Samora Machel y Agostinho Neto.
No fue menor el papel desempe?ado por Am¨ªlcar Cabral, gran dirigente de Guinea Bissau y Cabo Verde, cuyo pensamiento se difundi¨® por toda ?frica. Cabral, Neto y Machel fueron tres grandes revolucionarios africanos que ya han desaparecido, tres grandes y sinceros amigos del pueblo portugu¨¦s.
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