Alan Garc¨ªa pasea a Felipe Gonz¨¢lez por Lima

ENVIADOS ESPECIALESEl presidente peruano, Alan Garc¨ªa, puso a prueba las espectaculares medidas de seguridad que rodearon ayer la llegada a Lima de Felipe Gonz¨¢lez y sorprendi¨® a su "amigo y compa?ero" llev¨¢ndole a dar un paseo de varias horas en coche, fuera de todo protocolo, por toda la capital peruana. Con este gesto, Alan Garc¨ªa quiso demostrar a Gonz¨¢lez que la preocupaci¨®n espa?ola por la seguridad del presidente durante la visita a Lima era injustificada y rebatir as¨ª lo que en Per¨² se supone que fueron las razones que impidieron anteriormente la visita de Gonz¨¢lez.

El propio Alan Garc¨ªa conduc¨ªa el coche presidencial, un Mercedes negro, blindado, en el que viajaban solos los dos mandatarios, seguidos de varios veh¨ªculos de seguridad, mientras un helic¨®ptero sobrevolaba la zona.El recorrido dur¨® m¨¢s de dos horas por varios barrios humildes de Lima, entre ellos Villa El Salvador, la principal zona de chabolas de la capital peruana. All¨ª, se detuvieron en un club deportivo y Felipe Gonz¨¢lez pronunci¨® unas palabras ante un grupo de sorprendidos ciudadanos que no esperaban esa visita presidencial, con la que Alan Garc¨ªa quiso mostrar a Gonz¨¢lez los esfuerzos del Gobierno peruano en favor de su pueblo.

El peso de la deuda

Felipe Gonz¨¢lez dijo que hab¨ªa comprobado lo mucho que se est¨¢ haciendo en favor de las clases humildes y comprometi¨® el apoyo de su Gobierno a Per¨² ante el Club de Par¨ªs.Era la primera referencia del presidente del Gobierno a la eventual ayuda espa?ola ante los problemas de Per¨², que tiene una deuda externa de 14.000 millones de d¨®lares, uno de los temas que abordar¨¢n los presidentes durante sus conversaciones.

Per¨² mantiene con Espa?a una deuda de 42.000 millones de pesetas, m¨¢s unos impagos por 5.133 millones de pesetas y dos cr¨¦ditos FAD (de los Fondos de Ayuda al Desarrollo) por cinco millones de d¨®lares y otro por 2.500 millones de pesetas.

Con este gesto, paseando a Felipe Gonz¨¢lez por los suburbios de Lima, Alan Garc¨ªa gan¨® a los puntos el primer asalto de lo que se espera que sea, en esta visita, una pugna entre dos personalidades con destinos muy caracter¨ªsticos y con ciertas similitudes.

Esta confrontaci¨®n de estilos comenz¨® ya en el aeropuerto de la capital peruana, donde los dos mandatarios improvisaron breves discursos, de contenido similar, de gestos paralelos e incluso de tonos de voz casi id¨¦nticos.

Alan Garc¨ªa salud¨® tuteando al "amigo y compa?ero Felipe Gonz¨¢lez", en el que ve¨ªa la representaci¨®n de la "democracia ejemplar" de Espa?a y "un liderazgo sin dogmatismos ni ataduras ideol¨®gicas, un socialismo conceptual y humanamente diferente".

Felipe Gonz¨¢lez, que anul¨® un breve discurso previsto de antemano, improvis¨®, en un tono dial¨¦ctico muy similar al de Alan Garc¨ªa, unas palabras de agradecimiento, tuteando primero a su "viejo amigo" y siguiendo tratando de "usted" al presidente de Per¨².

El jefe del Gobierno espa?ol dijo que con su visita a Lima, a donde lleg¨® procedente de Guayaquil, "se realiza una vieja aspiraci¨®n personal y como representante del Gobierno espa?ol". "Nos conocemos desde hace tiempo y compartimos no s¨®lo aspiraciones y fines comunes, sino tambi¨¦n ideales comunes de libertad, igualdad y justicia social".

Despliegue de seguridad

La llegada de Felipe Gonz¨¢lez a la capital peruana estuvo rodeada de especiales y visibles medidas de seguridad. La base militar anexa al aeropuerto intemacional Jorge Ch¨¢vez, estuvo sobrevolada por un helic¨®ptero durante la recepci¨®n de bienvenida.Varias tanquetas circulaban por el per¨ªmetro del,aer¨®dromo, mientras francotiradores apostados en los tejados y polic¨ªas con perros completaban una coraza de seguridad que hac¨ªa dif¨ªcil imaginar cualquier tipo de atentado.

En la ciudad, seg¨²n dijo a EL PA?S el ministro peruano del Interior, Abel Salinas, estar¨¢n movilizados 3.000 polic¨ªas durante la visita de Felipe Gonz¨¢lez.

De estos polic¨ªas, 1.000 forman un cord¨®n de seguridad en torno a la zona del hotel donde reside el jefe del Gobierno espa?ol; de ellos 600 son guardias civiles y 400 agentes secretos. Otros 2.000 miembros de fuerzas especiales -los llamados sinchis, expertos en la lucha contra la guerrilla de Sendero Luminoso- est¨¢n en estado de alerta ante cualquier eventualidad.

Felipe Gonz¨¢lez y Alan Garc¨ªa ten¨ªan previsto reunirse a solas tras la excursi¨®n inesperada por los barrios de la capital peruana y posteriormente unirse a las delegaciones de los dos pa¨ªses que, paralelamente, celebrar¨¢n diversos contactos oficiales.