"Euskadi no tiene arreglo al margen del Estado"
Jose Mar¨ªa Txiki Benegas piensa que a la tercera va la vencida y que en esta ocasi¨®n el Partido,Socialista de Euskadi (PSEP-SOE), del que es candidato, se encuentra en mejores condiciones que nunca para ganar las elecciones y convertirse en el primer lendakari socialista de la historia. Los socialistas, explica, est¨¢n logrando romper el gueto que les impon¨ªa el nacionalismo medioambiental, y el estigma que tradicionalmente han arrastrado como fuerza sucursalista, integrada en un partido de ¨¢mbito estatal, puede ahora beneficiarles. "Euskadi no tiene arreglo al margen del Estado", -asegura Benegas, "y nosotros estamos en mejores condiciones que nadie para alcanzar el acuerdo que garantice la solidaridad econ¨®mica con el Pa¨ªs Vasco".Alguien escribi¨® hace unos a?os que Txiki Benegas era el ¨²nico secretario general de una organizaci¨®n de la prol¨ªfica y multiforme izquierda vasca que no ha repartido en alg¨²n momento de su vida panfletos de ETA. Naci¨® en Caracas (Venezuela) en julio de 1948, hijo de una libanesa y de un abogado nacionalista vinculado al sindicato". Solidaridad de Trabajadores Vascos (ELA-STV), que se exil¨® durante la guerra civil. Confiesa que nunca sinti¨® inclinaciones hacia el nacionalismo, precisamente porque las versiones que conoci¨® en su juventud eran las m¨¢s radicales, procedentes de ETA.
Regres¨® a San Sebasti¨¢n en 1956, con siete a?os. Pocas cosas le hacen diferente en aquellos a?os de los ni?os donostiarras de su edad. Estudi¨® con los jesuitas y los marianistas. Pero luego se licenci¨® en Derecho por Valladolid, sin pasar por Deusto, y eso es ya una circunstancia diferencial en, el mundo pol¨ªtico vasco. Su aproximaci¨®n al socialismo se produce por una motivaci¨®n intelectual, despu¨¦s de devorar cl¨¢sicos marxistas durante un a?o que residi¨® en Gran Breta?a. Reflexion¨® sobre la frustraci¨®n del movimiento contestatario del mayo del 681 la crisis del castrismo "y su incapacidad para construir una sociedad libre" y el fracaso del guevarismo. Cuando regres¨® a San Sebasti¨¢n, en 1972, ya estaba maduro. Tra¨ªa la decisi¨®n de militar contra la dictadura y a Enrique M¨²gica le result¨® f¨¢cil captarlo para el PSOE.
La campa?a del miedo
A Benegas no le asustan los augurios que presagian males mayores, desde una radicalizaci¨®n del terrorismo hasta un enfrentamiento civil, si los socialistas ganan las elecciones en Euskadi. "Los que expresan esas amenazas no son dem¨®cratas", replica. "Su actitud denota una de las caracter¨ªsticas m¨¢s peligrosas del nacionalismo, su tendencia a apropiarse de las supuestas se?as de identidad para separar a los buenos de los malos vascos, y refleja un verdadero temor de quienes ocupan el Gobierno de Vitoria, que ven que lo van a perder". Repite que si los socialistas ganan no, va a pasar nada, salvo que se arreglar¨¢n con m¨¢s facilidad algunos problemas.
La autonom¨ªa vasca tampoco puede ser igual a las dem¨¢s, a?ade, "porque ninguna otra comunidad tiene conciertos econ¨®micos, recauda el IVA o dispone de una, polic¨ªa auton¨®mica tan desarrollada como el Pa¨ªs Vasco". Benegas identifica los anuncios de cat¨¢strofes sin l¨ªmite cuando ¨¦l forme Gobierno, procedentes del campo nacionalista, con la campa?a del miedo que desenc¨¢den¨® la derecha antes de las elecciones generales de 1982. "Entonces les sali¨® mal", argumenta,11 y ahora puede pasar una cosa parecida". -
Niveles de autonom¨ªa
No concibe "la autonom¨ªa por la autonom¨ªa" ni cree que el m¨¢ximo nivel de autonom¨ªa sea necesariamente el ¨®ptimo. "Por ejemplo, prefiero la garant¨ªa de solvencia que representa tener la Seguridad Social transferida en r¨¦gimen de convenio, sin romper la caja ¨²nica estatal, en vez del concierto que piden los nacionalistas, no vaya a ser que en el futuro la situaci¨®n econ¨®mica no permita a la comunidad aut¨®noma hacer frente a sus obligaciones", explica. Y confia en su relaci¨®n con la c¨²pula del PSOE, de la que forma parte como secretario de organizaci¨®n -cargo que abandonar¨ªa en caso de ser elegido lendakari-, para mantener engrasada la relaci¨®n con el Gobierno central.
El candidato socialista confia en sus viejas relaciones y en su propia experiencia pol¨ªtica, desde su elecci¨®n en Malta para la vicepresidencia de la Internacional de Juventudes Socialistas, en 1974, hasta su consagraci¨®n como n¨²mero tres del PSOE en el ¨²ltimo congreso, pasando por el departamento de Interior del Gonsejo General Vasco y las actas de diputado en Madrid y Vitoria. "Si llego a Ajuria Enea, cabe la discrepancia con Madrid. Pero ser¨¦ fiel al esp¨ªritu y a la letra del Estatuto".'
Resume as¨ª su idea de la autonom¨ªa: "De nada sirve mucho autogobierno si este pa¨ªs desemboca en una situaci¨®n de ruina en la que no sea posible vivir". "Yo quiero la autonom¨ªa para construir una sociedad de progreso y gestionar la prosperidad, no la miseria, y eso s¨®lo se consigue mediante un gran acuerdo con el Estado".
Benegas aguarda confiado el 30 de noviembre. Sabe que el PSOE nunca ha estado m¨¢s cerca del Gobierno de Vitoria. Pasaron los tiempos, tras las sucesi vas derrotas en las elecciones generales de 1979 y las primeras auton¨®micas de 1980 -que debilitaron considerablemente al partido, hasta relegarlo al lugar de cuarta fuerza-, en los que los socialistas conflaban en el PNV para- remediar la situaci¨®n de Euskadi. Ahora han llegado al convencimiento, seg¨²n Benegas, de que son ellos quienes tienen" que servir de eje para cualquier soluci¨®n. "Este pa¨ªs lo podemos arreglar los socialistas", afirma. "Al margen del PNV es muy dificil, pero, desde luego, sin nosotros no ts posible".
Habla siempre de una victoria en t¨¦rminos relativos, que forzar¨¢ coaliciones. "Somos el partido en mejor disposici¨®n para llegar a acuerdos", subraya, "porque, a excepci¨®n de HB, mantenemos el di¨¢logo abierto con todas las dem¨¢s fuerzas que pueden alcanzar representaci¨®n parlamentaria"-
Benegas admite que su partido cometi¨® un error, inducido por el clima de la dictadura, cuando incluy¨® en su programa el derecho a la autodeterminaci¨®n para el Pa¨ªs Vasco. "Empleamos un t¨¦rmino adecuado s¨®lo a situaciones coloniales para expresar otra cosa, el derecho al autogobierno en libertad, que es lo que ahora disfruta Euskadi".
Otras cuestiones pol¨¦micas en el Pa¨ªs Vasco, como la separaci¨®n de los socialistas de Navarra o el cambio de actitud sobre la negociaci¨®n con ETA, tienen explicaci¨®n para el candidato: "Navarra ha decidido organizarse como comunidad aut¨®noma separada y nosotros acatamos esa decisi¨®n y adecuamos nuestra organizaci¨®n a los hechos.
En cuanto a la negociaci¨®n, yo intent¨¦ entre la primavera y el oto?o de 1978, por encargo de Adolfo Su¨¢rez y Rodolfo Mart¨ªn Villa, comprobar si ETA pod¨ªa tener un final dialogado". Benegas reitera ahora que aquello fue l¨®gico cuando el marco jur¨ªdico de la democracia estaba sin cerrar, "pero despu¨¦s de aprobada la Constituci¨®n ya era mucho m¨¢s dificil, y una vez en vigor el estatuto, imposible, porque equivaldr¨ªa a legitimar el uso de la violencia con fines pol¨ªticos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.