El caso es que sea 'ch¨¦vere'
El concierto empez¨® con una hora de retraso, pero ni la organizaci¨®n ni los m¨²sicos encontraron oportuno dar alg¨²n tipo de explicaci¨®n. Al parecer, un fallo en el suministro el¨¦ctrico retras¨® las pruebas de sonido, pero nadie decidi¨® dar cuenta de ello a un presunto respetable que prolongaba la validez de su entrada de 900 pesetas en una hora de larga espera.A las once en punto subi¨® al escenario Combo Belga, con Seju Monz¨®n convocando a los Furiosos Rumberos. La gente del Combo - 12 m¨²sicos y dos bailarinas, las aparentes y moment¨¢neas RH +-, se ha consolidado ya como banda salsera madrile?a con incrustaciones de una l¨ªnea del tr¨®pico que llega a Nueva York. Han grabado dos discos y en su trabajo existe un pulcro acercamiento profesional. Saben escoger su repertorio y las voces de su l¨ªnea delantera -Tanque Moro, Profesor Pel¨ªculas y Ram¨®n el Oso- responden a los timbres del g¨¦nero.
El Combo Belga
El Combo Belga y sus Furiosos Rumberos: Luis Perico Ortiz. Los Veranos de la Villa. Centro Cultural Galileo. Madrid, 9 de julio.
Tal vez en este concierto al aire libre, en un centro sociocultural capaz de definir las madrugadas del vecindario, el Combo dio un sonido menos rotundo que en anteriores comparecencias en salas, notablemente en su presentaci¨®n en la Universal el pasado a?o.
En el Combo hay ideas y capacidad de resoluci¨®n, pero en este momento quiz¨¢ est¨¦ pendiente un ensamblaje m¨¢s preciso de cuerdas, percusiones y vientos. Da la impresi¨®n de que algunos de ellos se ven mucho, pero no parece que los 14 se encuentren a menudo.
Para el pueblo
Seju Monz¨®n anunci¨® el relevo. "Y ahora, Perico para el pueblo", se explic¨®. All¨ª estaba Luis Perico Ortiz, trompetista de San Juan, Puerto Rico, un m¨²sico reconocido con prestigiosos galardones en su isla-Estado asociado y que desde 1970 ha trabajado en Nueva York con las m¨¢s importantes estrellas de la salsa, desde Tito Puente y Machito a Rub¨¦n Blades y Willy Colon. Es un trompetista s¨®lido y un m¨²sico completo que ha podido pasar de la Sinf¨®nica de San Juan, bajo la direcci¨®n de Pau Casals, al jazz y la salsa.Dirige una sabia banda -que no coincidi¨® en mucho con lo anunciado en el programa- que desde una precisa definici¨®n salsera deja ver algunas de las virtualidadesjazzisticas de sus m¨²sicos, particularmente el l¨ªder y el pianista Olegario D¨ªaz. Pero aquello era salsa; y ya lo dec¨ªa Perico: "?Va todo ch¨¦vereT'. A las dos de la madrugada el p¨²blico segu¨ªa bailando, s¨ª.
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