La libertad religiosa es una exigencia de la dignidad del hombre, seg¨²n el Papa

El Vaticano hizo p¨²blico ayer por la ma?ana el mensaje de Juan Pablo II dirigido a todo el mundo, como cada a?o, con motivo de la jornada mundial de la paz, dedicado esta vez al tema La libertad religiosa, condici¨®n para la pac¨ªfica convivencia. Para el papa Wojtyla, la libertad religiosa "es una exigencia ineludible de la dignidad de cada hombre, una piedra angular del edificio de los derechos humanos".

Esto hace que la libertad religiosa, "que es como la raz¨®n de ser de todas las dem¨¢s libertades", se convierta en "un elemento esencial de la pac¨ªfica convivencia entre los hombres", seg¨²n el mensaje.Para Juan Pablo II, este tema de la libertad religiosa, fuente de todas las dem¨¢s libertades civiles, es tan importante que no duda en afirmar que la violaci¨®n de tal libertad puede conducir incluso a la guerra y a la violencia, ya que produce un estado de cosas "que constituye una hipoteca negativa para la paz".

El mensaje afirma tambi¨¦n que "el Estado no puede reivindicar una competencia directa o indirecta sobre las convicciones ¨ªntimas de las personas", ni tampoco puede "arrogarse el derecho de imponer o impedir la profesi¨®n o la pr¨¢ctica p¨²blica de la religi¨®n a una persona o comunidad". Y pide que se introduzca en todas las legislaciones donde a¨²n no figure este derecho inalienable la libertad religiosa y de culto.

A los 40 a?os de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos del Hombre, el Papa polaco constata que a¨²n en diversas partes del mundo "millones de personas sufren a causa de sus convicciones religiosas, siendo v¨ªctimas de legislaciones represivas y opresoras, estando a veces sometidas a una persecuci¨®n abierta, o m¨¢s a menudo, a una sutil acci¨®n discriminatoria de los creyentes de sus comunidades".

Y sin embargo, seg¨²n el Papa, el mundo y la causa de la paz tienen todas las de ganar fomentando la libertad religiosa, ya que ¨¦sta es, dice, "un factor importante para reforzar la cohesi¨®n moral de un pueblo", porque la sociedad civil puede contar con los creyentes.