Un nuevo cap¨ªtulo para los 'espaldas mojadas"
El final del plazo de la amnist¨ªa concedida por EE, UU har¨¢ dif¨ªcil el ingreso ilegal de emigrantes
Cruzar hace una semana ilegalmente el r¨ªo Bravo para pasar desde Ciudad Ju¨¢rez (M¨¦xico) hasta El Paso (Estados Unidos) era sencillo, barato y sin apenas riesgo. A partir de que a las doce de la noche del mi¨¦rcoles pasado concluyese el plazo dado por el Gobierno norteamericano para que los trabajadores indocumentados que viven en EE UU se acojan a una amnist¨ªa que legalice su actividad, la situaci¨®n puede cambiar radicalmente.
Por el momento, M¨¦xico est¨¢ a la expectativa de lo que puede ocurrir si las autoridades norteamericanas deciden la deportaci¨®n de algunos millones de mexicanos que, a partir de ahora, se ven afectados por las leyes restrictivas de la emigraci¨®n. Preocupan tambi¨¦n las consecuencias que puede tener una impermeabilizaci¨®n efectiva de la frontera, que sirve de v¨ªa de escape para miles de desempleados diariamente.Al finalizar el plazo marcado por EE UU, s¨®lo se hab¨ªan acogido a la amnist¨ªa alrededor de dos millones de trabajadores ilegales, seg¨²n informaciones norteamericanas. Aqu¨ª se calcula que m¨¢s de cinco millones de indocumentados, en su gran mayor¨ªa mexicanos, han rechazado la oferta de las autoridades migratorias, movidos fundamentalmente por la desconfianza en la ley Simpson Rodino, al amparo de la cual se concedi¨® la medida de gracia.
Todav¨ªa podr¨¢n acogerse a esa ley; en Ios, pr¨®ximos meses, los trabajadores agr¨ªcolas, los indocumentados con hijos nacidos en Estados Unidos y aquellos que vivan. en el pa¨ªs vecino desde antes de 1972, pero el grueso de los trabajadores mexicanos est¨¢ ya desde ayer fuera de la ley. El paso siguiente ser¨ªa la deportaci¨®n de todos aquellos que no han solicitado la amnist¨ªa, aunque las autoridades norteamericanas han asegurado que, pese a que se cumplir¨¢ con el programa sobre emigraci¨®n, no habr¨¢ deportaciones en masa.
En M¨¦xico se cree o se conf¨ªa en que Estados Unidos no llegue hasta el l¨ªmite en la aplicaci¨®n de las nuevas medidas. La econom¨ªa mexicana, enormemente debilitada por cinco a?os de crisis, ser¨ªa incapaz de absorber a los millones de trabajadores que llegar¨ªan al pa¨ªs si las redadas de indocumentados fueran masivas. Las autoridades de este pa¨ªs dicen contar con la tranquilidad de que los empresarios norteamericanos no pueden prescindir de la barata mano de obra ilegal mexicana, por mucho que digan las leyes.
Lejos de decrecer, la demanda de mano de obra ha aumentado en los ¨²ltimos meses. El paso ilegal de los 2.500 kil¨®metros de frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos ha conocido en el ¨²ltimo a?o un aumento del 30%. Ya no se trata s¨®lo de campesinos u obreros sin cualificaci¨®n; ahora cruzan tambi¨¦n profesionales, t¨¦cnicos y hasta universitarios. Ha crecido asimismo de forma muy significativa la emigraci¨®n de mujeres, destinadas fundamentalmente al trabajo de empleadas de hogar.
Tipos de indocumentados
Adem¨¢s de los que cruzan la frontera ilegalmente con intenci¨®n de permanecer en Estados Unidos existen otros tres tipos de indocumentados, de espaldas mojadas, como se les conoce por el chapuz¨®n que a veces exige el paso del r¨ªo:- aquellos que pasan diariamente para un trabajo espec¨ªfico; los que cruzan una vez por semana, generalmente para trabajos dom¨¦sticos, y los campesinos que cruzan durante la ¨¦poca de la cosecha todos los a?os.Para entrar ilegalmente en Estados Unidos basta con merodear durante unos minutos por las orillas del r¨ªo apenas a unos metros del centro de Ciudad Ju¨¢rez, por ejemplo. En seguida se acercar¨¢ alguien con cualquier excusa para iniciar una conversaci¨®n sobre ad¨®nde y cu¨¢ndo quieres cruzar. El paso en lancha de los cuatro metros de anchura del r¨ªo cuesta alrededor de un d¨®lar. Si se prefiere que un taxi te est¨¦ esperando en la otra orilla habr¨¢ que pagar 25 d¨®lares a un contacto que se encuentra en 10 minutos de pesquisas. Ya para ser llevado tierra adentro con garant¨ªas se hacen necesarios cerca de 800 d¨®lares. Si se quieren conseguir documentos falsificados, la cantidad puede ascender en funci¨®n de las condiciones de seguridad en cada momento.
Durante el d¨ªa, algunas lanchas del Border Patrol norteamericano (la temida migra) realizan alguna vigilancia en el r¨ªo. Durante la noche hacen discretamente la vista gorda para permitir a los empresarios estadounidenses aprovisionarse de mano de obra. A veces, los propios empresarios env¨ªan autobuses a. la ribera del r¨ªo para recoger a su dotaci¨®n de trabajadores ilegales.
El Gobierno mexicano y las organizaciones hispanas de Estados Unidas est¨¢n tambi¨¦n preocupados por la forma en que la ley pueda ser aplicada. Dado el hecho de que la amnist¨ªa ha sido concedida de forma individual, existen casos de familias en las que algunos de sus miembros tienen derecho a permanecer en Estados Unidos, mientras que otros no.
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