Provocar para ser le¨ªdo

"No hable demasiado bien de m¨ª", pide Aldo Busi al final de la entrevista: "me leen quienes me odian. Si piensan que soy un buen chico, no me leen". Durante toda una hora, el novelista italiano ha estado desgranando frases que s¨®lo parecen buscar un titular, un titular en el que la gente se detenga: "Me resign¨¦ a no ser patr¨®n hotelero para convertirme en uno de los grandes escritores de Occidente", dice, por ejemplo. O "yo no soy humano, no pertenezco a esta humanidad". O "Sodom¨ªas en cuerpo 11 es el libro de un asceta". Cuando se le pide que se relaje y procure hablar sin una m¨¢scara responde: "No puedo: soy verdadero s¨®lo cuando escribo".

La actitud del artista-esc¨¢ndalo no es ni mucho menos nueva. "Lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien", dijo ya Oscar Wilde. Busi reconoce que sus declaraciones buscan titulares, aunque, se?ala, "en mi defensa dir¨¦ que una novela me cuesta mucho trabajo, y que hoy el intelectual tiene que comprometerse con los media". Niega que sea una actitud, ni que busque con ella recompensa: vive solo, carece de amigos, no participa en la sociedad literaria. Escribe. Ha dicho que se retirar¨¢ cuando haya escrito cinco novelas. Lleva tres.Busi forma, junto con Del Giudice, Pazzi, Tabucchi, Tondelo y De Carlo lo que la cr¨ªtica o la industria han bautizado como la nueva generaci¨®n de narrativa italiana y, junto con los dos primeros, ya particip¨® el a?o pasado en un coloquio en Barcelona. Entonces dec¨ªa lo que ha repetido en Madrid: "No existe tal generaci¨®n: es un bluff creado por la publicidad. Como se ha visto, los otros no tienen ya nada que decir". A su juicio, ello se debe a que los otros "no son int¨¦rpretes de su tiempo: son s¨®lo peque?os imitadores de Borges, que tampoco era un buen escritor".

El novelista italiano ha publicado en Espa?a sus dos primeras novelas: Seminario sobre la juventud (Anagrama) y Vida est¨¢ndar de un vendedor ocasional de leotardos (Pen¨ªnsula). Ahora se traduce La delfina bizantina, que ¨¦l define como "un Finnegans wake italiano, pero mucho mejor". (Finnegans wake es una novela de James Joyce c¨¦lebre por la hondura y dificultad de su experimentalismo idiom¨¢tico.) Ha escrito tambi¨¦n Sodom¨ªas en cuerpo 11 (el cuerpo 11 es el de la m¨¢quina de escribir), a la que seguir¨¢ Altri Abusi, t¨ªtulo con varias lecturas. Su cuarta novela se titular¨¢ Casanova de s¨ª mismos. Prepara una comedia, P¨¢t¨¦ d'homme, para ser ilustrada en comic.

El homosexualismo aparece con frecuencia en los libros de Busi, si bien ¨¦l niega que sea un tema prioritario. Adem¨¢s, dice, no hay una homosexualidad, sino muchas. "No soy un escritor homosexual; tan s¨®lo soy un escritor". En su conversaci¨®n, sin embargo, hace constante alusi¨®n a proezas sexuales y se?ala que dos de sus libros son "definitivos" sobre el tema.

"Hoy puedo tener la pose del escritor salvaje", dice Busi. Hijo de una familia campesina pobre de Brescia, escap¨® a los 13 a?os y practic¨® "los oficios de siempre". Un d¨ªa -habla como si dictase- "me resign¨¦ con gran dolor a no ser un patr¨®n hostelero, para convertirme en uno de los grandes escritores de Occidente". Bajo su m¨¢scara espesa, es dificil saber si se lo cree.