El comisario contra la Mafia pide al Gobierno que le deje menos s¨®lo que a su antecesor

El magistrado Domenico Sica, nombrado hace apenas una semana nuevo alto comisario para coordinar la lucha contra la Mafia, ha roto por vez primera el silencio, afirmando que espera que el Estado te deje "menos solo" que a su antecesor, el asesinado general de carabineros Carlo Alberto Dalla Chiesa. Tambi¨¦n es la primera vez que este cargo lo ejerce un magistrado.

"He estado 30 a?os sin hablar, y no pueden pretender que hable precisamente ahora", dijo al enjambre de periodistas que le acosaban el d¨ªa de su nombramiento. Pero, por fin, reuni¨¦ndoles a todos en Palermo, ha aceptado responder lac¨®nicamente -s¨®lo con monos¨ªlabos- al tiroteo de preguntas.Sica dio una explicaci¨®n a su mutismo: "Del mill¨®n de lectores que puedan leer mis declaraciones, el 99% lo har¨¢ para informarse, pero quiz¨¢ uno s¨®lo pueda leerlas con otra finalidad". Indic¨® que espera que le den m¨¢s poderes que a sus antecesores y que pueda entenderse bien con sus compa?eros magistrados de Palermo.

Los periodistas recordaron a Sica que, ir¨®nicamente, se dice que "la Mafia ser¨¢ vencida en el a?o 2000", y el magistrado, con una media sonrisa, respondi¨®: "El 2000 est¨¢ ya a la vuelta de la esquina. Y yo no soy de los que prefieren resultados r¨¢pidos, aunque sean pocos". "?Como definir¨ªa a la Mafia?", le pregunt¨® un informador. Y Sica, hasta ahora especializado en terrorismo, respondi¨®, lapidario: "Estoy en Palermo precisamente para aprenderlo". Asimismo, el magistrado desech¨® la utilizaci¨®n del Ej¨¦rcito para combatir al crimen organizado: "El Ej¨¦rcito es siempre dif¨ªcil de administrar".

"?Qu¨¦ curioso, es la primera vez que me desean suerte en mi vida!", dijo Sica cuando, durante el brindis con los periodistas, alguien le dese¨® buena fortuna.

Obreros escoltados

Mientras tanto, en el pueblo calabr¨¦s de Stilo, a dos pasos de? mar J¨®nico, en las faldas de las legendarias monta?as de Aspromonte, c¨¢rcel y escondite secreto para secuestrados y secuestradores, por primera vez en la historia, 75 obreros, amenazados por la N'Drangehta, la Mafia de la regi¨®n, han empezado a ir a trabajar escoltados por los carabineros ametralladora en mano.

Es un caso emblem¨¢tico de uno de los pocos empresarios valientes, Lillo Federico, propietario de la f¨¢brica de agua mineral Mangiatorella, que lleva 10 a?os resisti¨¦ndose a pagar a la Mafia la tangente (una especie de impuesto revolucionario que en aquellos parajes tienen que pagar hasta los maestros de escuela, si quieren vivir tranquilos).

El empresario y su f¨¢brica han sufrido 10 atentados en los ¨²ltimos tiempos. ?l tiene a honra el haber podido levantar en uno de los rincones m¨¢s pobres de Italia, una empresa que contaba con 10 obreros y se estaba hundiendo hasta convertirla en una industria que hoy exporta al extranjero y da trabajo fijo a 75 obreros.