Fotografiar una historia de amor
David Douglas Duncan expone en Barcelona 100 instant¨¢neas sobre la vida privada de Pablo Picasso
"He fotografiado la historia de amor entre Pablo Picasso y su mujer, Jacqueline". El fot¨®grafo norteamericano David Douglas Duncan (Kansas City, 1916) fue, a partir de 1956, testimonio de excepci¨®n de la vida privada de Picasso, con quien estrech¨® una s¨®lida amistad, que le permiti¨® tener libre acceso a las sucesivas residencias del artista y disparar libremente sus c¨¢maras. De las m¨¢s de 25.000 instant¨¢neas obtenidas a lo largo de 17 a?os, en la sala de exposiciones de la Fundaci¨® Caixa de Pensions de Barcelona se muestra una selecci¨®n de 100, titulada La magia de Picasso.
La exposici¨®n pone el acento en el entorno familiar de Pablo Picasso, constituido por su mujer Jacqueline y sus hijos Claude, Paloma y Octavio. Precisamente Duncan acaba de publicar en 11 pa¨ªses —en Espa?a editado por Muchnik— un ¨¢lbum de fotos titulado Picasso y, Jacqueline, sexto trabajo del fot¨®grafo sobre la vida y la obra del artista. La mayor¨ªa de fotos de la muestra se recogen en este volumen, cuya historia forma parte de la profunda amistad entre el fot¨®grafo y los Picasso.
"Durante m¨¢s de un a?o hab¨ªa estado trabajando en un libro que deb¨ªa titularse Los Picasso olvidados, dedicado a la cer¨¢mica de Pablo, su producci¨®n menos conocida", cuenta Duncan. "Era hacia 1985. En dos ocasiones hab¨ªa mostrado la maqueta del libro a Jacqueline, que se me hab¨ªa puesto a llorar sin articular palabra. Era una mujer fr¨¢gil, menuda... Finalmente llev¨¦ la maqueta a la Feria de Francfort del a?o siguiente. All¨ª consegu¨ª que cinco editores respaldaran el proyecto. No llam¨¦ por tel¨¦fono a Jacqueline para comunicarle la buena noticia. Decid¨ª coger el coche e ¨ªrsela a dar personalmente a su casa de N?tre-Dame-de-Vie, en Mougins. Llegu¨¦ poco despu¨¦s de que Jacqueline se disparara. Si hubiera telefoneado, quiz¨¢ hubiera evitado la tragedia.
Por respeto, por amistad, Duncan ech¨® la maqueta a la papelera. Y empez¨® a trabajar en el libro recientemente aparecido, que ha sido impreso por Mondadori en Verona. No parece casualidad que sea la ciudad de Romeo y Julieta la elegida para este cometido. "No he necesitado ser un buen fot¨®grafo para fotografiar a Picasso. ?l era ya muy fotog¨¦nico, a parte de que le gustaba escenificar su propia vida privada. ?nicamente he necesitado ser competente".
Duncan necesit¨® tambi¨¦n 17 a?os de intensa amistad que le permitieron trabajar con la m¨¢xima libertad. Hasta tal punto qued¨® integrado en el paisaje familiar picassiano, que fue alternativamente bautizado por Pablo y Jacqueline con el sobrenombre de Ismael y el mote de Gitano. "Picasso cambi¨® mi forma de mirar. En los libros que fui haciendo tras haberle conocido me di cuenta, de que me acercaba mucho m¨¢s a las caras que antes".
Pero si Picasso y su entorno han constituido la parte central del trabajo de Duncan, el radio de acci¨®n de este inquieto fot¨®grafo ha sido mucho m¨¢s amplio. En 1946 entr¨® a formar parte del equipo de la revista Life para la que realiz¨® diferentes reportajes. En 1950 fue el primer fot¨®grafo occidental que lleg¨® a Corea para fijar la guerra en unas pel¨ªculas, que posteriormente dar¨ªan lugar a un legendario ¨¢lbum, This is war! (?Esto es la guerra!, 1951).
En 1966 public¨® Yankee Nomad (N¨®mada Yanqui), una especie de autobiograf¨ªa fotogr¨¢fica, y dos a?os m¨¢s tarde cubri¨® las convenciones dem¨®crata y republicana que integrar¨ªan el volumen Self Portrait: USA (Autorretrato: USA). Tampoco la guerra del Vietnam pas¨® desapercibida a sus objetivos: War without Heroes (Guerra sin h¨¦roes) fue el significativo t¨ªtulo que dio al volumen aparecido en 1970.
"Cuando empec¨¦, hace 50 a?os, estaba orgulloso de vender fotograf¨ªas al National Geographic por cinco d¨®lares la unidad, sobre temas de aventuras y pesca mayor [estudi¨® biolog¨ªa marina en la Universidad de Miami]. Pero hoy existen tan buenos profesionales que estoy seguro de que no conseguir¨ªa colocar ni una", afirma Duncan, quien se considera "un buen fot¨®grafo, aunque no el mejor del mundo: este t¨ªtulo corresponde a Cartier Bresson".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.