Pesadilla
Cuando, hace ahora 10 a?os, entrevist¨¦ a Jomeini en el pueblecito franc¨¦s desde el que dirig¨ªa la revuelta de su gente, nadie parec¨ªa intuir lo que se avecinaba. Eran los ¨²ltimos d¨ªas del sha, y la peque?a localidad francesa herv¨ªa de pol¨ªticos iran¨ªes de todo signo, desde los barbudos santones abrasados de fe, envueltos en mantos de lana de cabra, a los cosmopolitas dem¨®crata-musulmanes, con trajes de espiguilla cortados por impecables sastres londinenses e ideas confeccionadas a la ¨²ltima moda de Occidente. Jomeini, dec¨ªan estos ¨²ltimos, no es m¨¢s que un s¨ªmbolo, un emblema util¨ªsimo para unificar la oposici¨®n al sha; pero ahora, explicaban, Ir¨¢n se convertir¨¢ en una democracia.Eso dec¨ªan los l¨ªderes y las progresistas mujeres iran¨ªes que all¨ª hab¨ªa. Eso cre¨ª yo tambi¨¦n, y cuando al entrevistar al ayatol¨¢ hube de tapar mis pecaminosos cabellos con un pa?uelo y mantener mi impura cabeza siempre m¨¢s baja que la del anciano, me dije que tambi¨¦n aqu¨ª, en Occidente, ten¨ªamos costumbres delirantes, cual la de recortarnos el pellejo del rostro, rebanarnos las nalgas y dem¨¢s truculencias quir¨²rgicas a las que muchas mujeres se someten para que los hombres las vean guapas.
Pero luego Jomeini regres¨® a Ir¨¢n y los a?os pasaron. Las mujeres progresistas y los pol¨ªticos dem¨®cratas que vi en el pueblo franc¨¦s fueron desfilando hacia el pat¨ªbulo, las unas con sus cabezas desprovistas de velos y los otros con sus elegantes trajes de doble botonadura. Y ahora, como celebraci¨®n quiz¨¢ de su primera d¨¦cada en el mando, el ayatol¨¢ acaba de condenar a muerte a un escritor. Muy d¨¦bil debe de sentirse Jomeini para considerar tan peligrosas unas simples l¨ªneas de ficci¨®n. ?D¨®nde est¨¢ la grandeza de los antiguos imperios ¨¢rabes? ?La brillantez de un califato cordob¨¦s que conviv¨ªa con jud¨ªos y cristianos? Hoy hay pa¨ªses musulmanes que se encuentran en el despe?adero al Tercer Mundo. Siglos de decadencia nutren este fanatismo espeluznante, este c¨¢ncer de su cultura y de su historia. Qu¨¦ estremecedora pesadilla.
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