Deng Xiaoping s¨®lo oye bien por la izquierda

"Ya perdonar¨¢ que me siente a su derecha, pero es que s¨®lo oigo bien con el o¨ªdo izquierdo", le dijo ayer el n¨²mero uno chino, Deng Xiaoping, al m¨¢ximo dirigente sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov. El momento era hist¨®rico.El apret¨®n de manos que ambos se dieron segundos antes sellaba el final de una enemistad de tres d¨¦cadas entre los dos pa¨ªses m¨¢s poderosos del comunismo mundial y el inicio de un nuevo tipo de relaciones. El escenario fue la sala este del Palacio del Pueblo.

M¨¢s de dos horas dur¨® el encuentro entre los dos l¨ªderes, al que asistieron 20 miembros por cada una de ambas delegaciones.

Del lado chino estaban, entre otros, el viceprimer ministro, Wu Xuequian, y el titular de Exteriores, Qian Qichen. Por el sovi¨¦tico, el ministro de Exteriores, Edvard Shevardnadze, que apret¨® con sus dos manos las del anciano Deng, y el miembro del Politbur¨® Alexandr Yakoviev.

La sordera le hace a veces elevar mucho el tono de voz a Deng, quien, vestido con un cl¨¢sico uniforme tipo Mao de color azul, le lanz¨® nada m¨¢s sentarse un cazurro y estridente "Qu¨¦ tal est¨¢" a Gorbachov. "Bien, gracias. He dormido muy bien en Pek¨ªn", contest¨® el dirigente sovi¨¦tico. La escena evocaba a la de un padre con un hijo.

Deng gesticul¨® mucho al comienzo de la conversaci¨®n y, para algunos observadores, se le notaba tenso.

Gorbachov hab¨ªa entrado en el edificio por la puerta trasera, al igual que el d¨ªa anterior, debido a la inc¨®moda presencia de los estudiantes en la plaza Tiananmen.

El l¨ªder del Kremlin escuch¨® en actitud filial los elogios que expres¨® Deng a su "nuevo pensamiento pol¨ªtico" y las explicaciones sobre c¨®mo fue posible llegar hasta la celebraci¨®n de la cumbre chino-sovi¨¦tica.

"En su pol¨ªtica hay un nuevo contenido", le dijo con voz pastosa el n¨²mero uno de China a su hom¨®logo de la URSS.