Acontecimiento
Un acontecimiento memorable: Sorolla de nuevo en Valencia. Hace unos a?os se celebr¨® otra exposici¨®n con los cuadros depositados en el museo de La Habana. La exposici¨®n actual tiene un car¨¢cter m¨¢s antol¨®gico y amplio. Pero todo esto es una consideraci¨®n irrelevante. No creo que haya de incidir mucho en la expectaci¨®n que parece vibrar, sotovoce, en esta ciudad ante la venida de las obras de Sorolla. La verdadera raz¨®n va mucho m¨¢s all¨¢.Un hilo especial uni¨® siempre a Sorolla con Valencia, incluso cuando con amargura dec¨ªa que Valencia no es camino hacia ninguna parte. Esa relaci¨®n no ha dejado de existir, s¨®lo que a la inversa: es la gente de aqu¨ª la que ha quedado apresada en el hilo. Y no precisamente porque este pintor sea valenciano, sino porque algo hay en su impulso creativo en que, como colectivo, nos reconocemos.
Su pertenencia a esta tierra y a estas gentes a menudo queda rubricada en muchas de sus obras. Sus cuadros del Mediterr¨¢neo, a mediod¨ªa, intentando apresar la luz rutilante; o aquellos otros en los que surge la prestancia rotunda e insoslayable de la pescadora que espera al atardecer. O sus escenas que tanto tienen que ver con el costumbrismo, tan f¨¢ciles de ver y de aprehender como los personajes descritos en Arroz y tartana o en Ca?as y Barro, s¨®lo que sin tragedia.
Pero hay todav¨ªa m¨¢s. Y quiz¨¢s radique en ciertos puntos de su personalidad. Aquella impaciencia ante toda teor¨ªa; aquel impulso hacia la acci¨®n -que en ¨¦l se convert¨ªa en m¨¢s pintura-; aquel profundo rechazo a pertenecer a un grupo m¨¢s amplio; su f¨¢cil y vulgar persec-uci¨®n de ¨¦xito social; su postura vital y hura?a; su enorme, hosca y tenaz voluntad de trabajo.
Todav¨ªa no bien conocida su pintura, tampoco disfruta de una valoraci¨®n justa: o bien se ha silenciado (su no pertenencia a cualquier vanguardia siempre ha incomodado) o bien se ha mitificado. Habr¨¢ que conocerla m¨¢s, relacionarla con la f¨¦rtil escuela de pintura valenciana de la segunda mitad del XIX e incluirla en el momento art¨ªstico espa?ol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.