Un mediador para crear gusto

Ricardo Guil¨®n, nuevo acad¨¦mico de la Lengua, es modelo de ese cr¨ªtico mediador para quien la aproximaci¨®n a la literatura no tiene como objetivo implantar doctrinas o ejercer la profec¨ªa, sino esclarecer los textos desde el an¨¢lisis de sus elementos literarios ¨ªntimos para extender el gusto de su lectura. Cr¨ªtico creador e imaginativo, alejado siempre de posturas reduccionistas, es capaz de abrir panoramas plurales a las obras que observa.Dentro de su sistema cr¨ªtico cabe toda la literatura. Por eso es capaz de entregarse con el mismo inter¨¦s a la lectura estudiosa de autores diferentes e incluso contradictorios en sus formulaciones est¨¦ticas: Benito P¨¦rez Gald¨®s y Juan Benet, Thomas Mann y Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Miguel de Unamuno y Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Jos¨¦ Hierro y Cior¨¢n...

Sin aduanas

Ricardo Gull¨®n no concibe la literatura sino en comunicaci¨®n con la propia literatura, sin fronteras ni aduanas, desde una visi¨®n un versalista que le ha llevado a espl¨¦ndidas y numerosas investigaciones de lo que hay en la escritura por debajo y m¨¢s all¨¢ de lo que el propio autor cree desarrollar: estudios del personaje y del misterioso destinatario del relato que, sin duda, han abierto v¨ªas in¨¦ditas e innovadoras en el tratamiento del fen¨®meno de la creaci¨®n literaria, acaso demasiado lastrado por rutinas historiogr¨¢ficas y prejuicios sociologistas.

Un patrimonio

En unos tiempos en los que se tiende a ejercer la cr¨ªtica desde un subjetivismo que a menudo resulta caprichoso, el trabajo de Ricardo Gull¨®n, recogido en tantos libros y art¨ªculos resulta un ben¨¦fico patrimonio. Excelente elecci¨®n, pues, la que ha realizado la Real Academia Espa?ola, que contar¨¢ desde ahora con un miembro en quien se conjugan el enardecimiento juvenil de un lector apasionado y la sabia serenidad de un verdadero patriarca de nuestras letras.