Robinson con pies de barro
Cuando se est¨¢ harto de la televisi¨®n v de los electrodom¨¦sticos, del tr¨¢fico y la poluci¨®n, del agobio urbano y de la violencia social, se debe emprender rumbo al Caribe y aposentarse en una isla perdida, en La Costa de los Mosquitos. Allie Fox (Harrison Ford), el protagonista, es un visionario, un superdotado que arrastra en esta huida a mujer e hijos para vivir la otra aventura en un mundo puro, lejos del bienestar del progreso americano. Suef¨ªos delirantes de un buscador de la utop¨ªa, atractivo y carism¨¢tico, que con su llegada a la isla la selva se vuelve al rev¨¦s. Maravillados los nativos por sus experimentos (la invenci¨®n de una m¨¢quina que fabrica hielo) y cautivados por su sabidur¨ªa, Fox se revela a sus ojos como un dios. Un dios que ser¨¢ destruido por su propio af¨¢n creador.Peter Weir, brillante director australiano afincado en el cine americano y autor de Unico testigo, repiti¨® pel¨ªcula con Harrison Ford y retom¨® de nuevo el tema de la religi¨®n y de su admiraci¨®n por las costumbres ancestrales en armon¨ªa con la naturaleza. Por esto no puede permitir que el talento de este semidios, que se traiciona a s¨ª mismo guiado por la locura de su desmesurada creatividad, acabe implantando de nuevo un mundo desarrollado en medio de la selva caribe?a.
Inspir¨¢ndose en la novela de Paul Theroux, y con el gui¨®n de Paul Schrader, Peter Weir saca partido de ese talento suyo para retratar personajes potenciando la psicolog¨ªa,de los mismos, como hab¨ªa demostrado en El a?o que vivimos peligrosamente. Tambi¨¦n cont¨® con su habitual director de fotograf¨ªa -Seale- para extraer los mejores tonos crom¨¢ticos de la selva. Harrison Ford acept¨® el proyecto con agrado al volver a trabajar con Weir, y porque comprendi¨® que Fox era un personaje distinto a todos los que hab¨ªa interpretado en su carrerza; ten¨ªa que hablar mucho y abundar en expresivos gestos. El actor lo tom¨® como un ejercicio y acert¨® al encarnar la gran personalidad de Fox. No es menos brillante Hellen Mirren al interpretar el papel de entusiasmada esposa.
La acreditad.a facilidad de Weir para mantener un ritmo vivo y crear ambientes se mostr¨® una vez m¨¢s en la atm¨®sfera asfixiante que es capaz de transmitir a trav¨¦s de agobiantes decorados selv¨¢ticos.
La Costa de los Mosquitos fue una lecci¨®n rn¨¢s de Peter Weir, que por mucho que disfrace sus mensajes en trarr¨ªas y argumentos de aventuras no se cansa de ensalzar los poderes de la naturaleza virgen y la negatividad del descontrolado progreso humano y de sus complejas instituciones. Algo que el p¨²blico supo entender en su d¨ªa.
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