Lecciones desde Europa del Este y la selva de Galbraith
Cuando el paciente fallece, el buen m¨¦dico posiblemente s¨®lo sea capaz de imaginar cu¨¢l ha sido la causa de la muerte. Se precisa el informe de la autopsia para confirmar o descartar el diagn¨®stico. De manera similar, la ca¨ªda del comunismo en el Este europeo nos proporciona nuevas ideas sobre el cuerpo de la econom¨ªa.
?Ha existido alguna vez un r¨¦gimen m¨¢s ineficaz que el gobernado por el fallecido dictador Ceaucescu?Mientras el pueblo mor¨ªa de hambre y fr¨ªo, su l¨ªder, enloquecido por el poder, pag¨® la mitad de la deuda externa de Ruman¨ªa. ?A qu¨¦ obedec¨ªa tanta prisa? Ni siquiera ten¨ªa esa respuesta tan com¨²n: "El Fondo Monetario Internacional me impuso una austeridad draconiana. No tuve elecci¨®n. De no haber cumplido, me habr¨ªan suspendido los cr¨¦ditos".
Ahora, tras la revoluci¨®n, tanto los ciudadanos de Bucarest como la plantilla en pleno de periodistas extranjeros pueden caminar libremente por los pasillos, todav¨ªa inacabados, del palacio de la Rep¨²blica. Al igual que en la corte de Versalles y en las pir¨¢mides del b¨ªblico Egipto, aqu¨ª nos encontramos con monumentos p¨²blicos que fueron construidos con el sudor del pueblo y financiados a costa de la calidad de vida de las masas. Cuanto menos, Versalles era hermoso. Las pir¨¢mides siguen en pie hasta hoy. Pero las atrocidades rumanas se est¨¢n desgastando antes, incluso, de que su construcci¨®n haya sido finalizada.
Ustedes pensar¨¢n: ?y todo esto nos ense?a una lecci¨®n sobre econom¨ªa? ?Qu¨¦ lecci¨®n? ?Quiz¨¢ una lecci¨®n, que lord Acton hubiera comprendido, acerca de la capacidad de la dictadura y la autarqu¨ªa para pervertir al poder? "Todo poder corrompe", escribi¨® Acton en alguna parte, "y el poder absoluto corrompe totalmente".
Me temo que la econom¨ªa es un tema demasiado complicado como para evaluarlo con simples an¨¦cdotas o consignas propias del sentido com¨²n. En el universo de la ciencia de la econom¨ªa, junto a una an¨¦cdota dram¨¢tica surge siempre otra que contradice la primera.
Recientemente, mientras le¨ªa en la prensa los disparates de las burocracias de la Europa del Este, me tropec¨¦ con una historia ver¨ªdica sobre el capitalismo actual. The Wall Street Journal public¨® un detallado informe acerca de la gran fusi¨®n entre Nabisco y la famosa firma, tabaquera R. J. Reynolds. M¨¢s tarde, la fusi¨®n resultante se convirti¨® en la mayor compra apalancada de toda la historia. Los centenares de zapatos de Imelda Marcos no representaron m¨¢s que un detalle. Es preciso comparar las extravagancias de los nuevos monarcas de las galletas y los cigarrillos con el Gengis Kh¨¢n de anta?o y con el Nicolae Ceaucescu de la era moderna.
Se dispusieron aviones de la empresa sin escatimar en absoluto. Fueron incluidos en las n¨®minas conocidos golfistas y otros personajes famosos por si su cuarto de hora de celebridad contagiaba, en cierta medida, al alto mando de la firma. Corri¨® a cargo de los accionistas el costos¨ªsimo traslado de la empresa de Winston-Salem y Nueva York a Atlanta.
Por a?adidura, los ejecutivos de m¨¢s alto rango propusieron a los accionistas la adquisici¨®n de la compa?¨ªa a unos precios tan irrisorios que la propuesta cay¨® por su propio peso. (No lloren por estos pobres chicos: alpresidente de la junta le proteg¨ªa un paraca¨ªdas de oro de por lo menos 50 millones de d¨®lares, y no se dej¨® caer a nadie en el olvido.)
Si estos jaleos les parecen ficci¨®n, usar¨¦ la frase del fil¨®sofo del baseball Casey Stengel: "Pueden comprobarlo", en The Wall Street Jouurnal.
Como poco debemos considerar los siguientes puntos:
1. Cuando los Gobiernos so cialistas de Europa del Este eni piecen a hacer uso, si es que llegan a hacerlo, de los mecanismos del mercado, el libre poder de los dirigentes pol¨ªticos y de los funcionarios de la burocracia, sin duda, tender¨¢ a disminuir.
2. Sin embargo, como los polacos empiezan a saber por s¨ª mismos, el juego del libre mercado no libra al pueblo de toda coerci¨®n; por el contrario, sustituye un tipo de coerci¨®n (imparcial) por los anteriores miasmas de dicha coerci¨®n. Racionar el presupuesto hiere a aquellos con bolsillos poco profundos; pero al menos proporciona la esperanza de lograr una mayor eficacia en la asignaci¨®n de recursos p¨²blicos y suscita mayor inter¨¦s por los deseos de los m¨¢s adinerados.
3. En el mundo de Galbraith, las empresas del Fortune 500, los grandes oligopolistas disfrutan de una cierta autonom¨ªa para ejercer su poder. Pero fusi¨®n tras fusi¨®n, absorci¨®n tras absorci¨®n, una inexorable lucha darwiniana va desgastando los peores excesos de la ineficacia econ¨®mica. La competencia tanto por parte de Jap¨®n como de Singapur ha sembrado m¨¢s escepticismo del que jam¨¢s lleg¨® a producirse en la facultad de Derecho de Yale.
A finales de siglo, el mundo prueba otro tipo de suerte. El empleo de los mecanismos de mercado, la oferta y la demanda, desempe?ar¨¢ un papel esencial. Las normativas que impliquen una p¨¦rdida del pes¨® in¨²til, con la subsiguiente eliminaci¨®n de las cargas, pueden contribuir a la eficacia y al progreso econ¨®mico.
Pero no podemos abordar el nuevo orden de un modo demasiado esquem¨¢tico. No hemos presenciado una lucha tit¨¢nica entre el capitalismo puro y el comunismo puro, en la que el capitalismo haya dejado fuera de combate al comunismo. Eso es econom¨ªa de la p¨¢gina de deportes.
La econom¨ªa mixta de Alemania Occidental super¨® al socialismo de Alemania del Este tanto en el plano econ¨®mico como en el terreno de las libertades. Si tienen suerte y juegan bien su baza, varios centenares de millones de ciudadanos de Europa del Este no volver¨¢n al laisser-faire de Hayek-Hoover.
De un modo a¨²n m¨¢s realista, el futuro les depara una econom¨ªa mixta humana, que se apoya sobre todo en el mecanismo de mercado, pero en la que el sistema fiscal y una red de legislaciones y normativas gubernamentales aten¨²an los peores excesos derivados de la desigualdad.
Traducci¨®n: Camen Viamonde.
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