Lo que queda de un mill¨®n

"Yo s¨®lo gan¨¦ dinero, de verdad, en las ¨²ltimas temporadas", dice Ruiz Miguel; "las restantes fueron de salario corto, porque la fiesta est¨¢ as¨ª de injusta, y si, adem¨¢s, se suman los cuantiosos gastos.. .". "Si a Rui Migu¨¦ u otro torero le pagan un mill¨®n, ?quiere que le explique en qu¨¦ se queda?", pregunta Pepe, el mozo de espadas presente en la entrevista, que entra en la conversaci¨®n no sin antes pedir permiso al maestro. "Con su permiso, maestro, que es para poner un ejemplo".Concedida la venia, echa Pepe las cuentas del mill¨®n: "10% para Hacienda, 100.000; 15% para el apoderado, 150.000; cuadrilla, 375.000; ch¨®feres de la cuadrilla y el matador, 40.000; Seguridad Social, unas 60.000; hoteles, comidas y gastos de todos (unos 10 hombres), ¨¦chele hasta d¨®nde sube eso; capotes, muletas, atenciones, -entradas para los compromisos y ponga por entrada unos 500 duros, o m¨¢s.... Total: si del mill¨®n le quedan limpios veinte mil duros, se puede dar con un canto en los dientes".

Escogido, Miura, colorao bociblanco, mayo del 87, Madrid, dos orejas; Lagartijo, Victorino, c¨¢rdeno, mayo del 86, Madrid, dos orejas; Pocapena -"la madre que le pari¨® a ese"-, Victorino, negro, 612 kilos, m¨¢s de un metro de pit¨®n a pit¨®n, mayo del 78, Madrid, una oreja...

No est¨¢ solo, ni sentado en el sal¨®n regio -tres ambientes, dos alturas, maderas nobles, trofeos, fotos, cuadros- y Ruiz Miguel no para de mirar las cabezas, foscas, arboladas, astifinas, que ense?orean la estancia desde lo alto de la pared "Es que en cada toro hay una parte muy importante de mi vida, y eso no se puede olvidar as¨ª como as¨ª. Pero, claro, ya pasar¨¢, ya pasar¨¢..."