Un ¨¢rbol para los nacidos en Madrid

He le¨ªdo en su peri¨®dico una carta criticando la operaci¨®n de plantar un ¨¢rbol por cada madrile?o que nace.Conozco a varias parejas que han tenido un hijo desde primeros de enero y a todos ellos les ha parecido "un detalle" la idea del alcalde Rodr¨ªguez Sahag¨²n de plantar un ¨¢rbol con el nombre de su hijo reci¨¦n nacido. Entre ellos hay un caso especial, una ininigrante de un pa¨ªs del este europeo que vive en Madrid en situaci¨®n precaria y en espera de visado para donde quiere fijar su residencia definitiva. Pues bien, ha tenido un hijo hace tres meses en Madrid y el ¨¢rbol que le han asignado ha constituido para ella el trato m¨¢s humano de los no muchos recibidos en el a?o que lleva en nuestro pa¨ªs.

Posiblemente en los municipios peque?os cosas como ¨¦stas no tendr¨ªan raz¨®n de ser, aunque a¨²n los hay en los que el nacimiento est¨¢ acompa?ado de una participaci¨®n en propiedades comunales algo m¨¢s que simb¨®licas. Pero en una gran ciudad, donde todo est¨¢ deshumanizado, o casi, creo que hay que introducir todos los aspectos humanos que se pueda o se imaginen.

Gracias a Dios, en Madrid todav¨ªa queda humanismo, y no poco en nuestro Ayuntamiento, para hacer posible que el a?o 1992 nos resuelva casos de emergencia cuando fallan otras instancias, o que un polic¨ªa municipal ayude a un peat¨®n con dificultades a cruzar una calle.

Ciertamente, ese trato humanitario no debe dar paso a rutinas y debe cuidarse su realizaci¨®n para que una buena idea no sea neutralizada por una pr¨¢ctica deficiente. Pero resulta evidente que las buenas ideas, me atrevo a decir que sobre todo si son humanitarias, deben llevarse a la pr¨¢ctica y que nunca ser¨¢ excesivo el gasto que en ello se haga.-