Un escritor contra la censura militar sovi¨¦tica
La peripecia de Sergu¨¦i Kaledin simboliza el conflicto Ej¨¦rcito-sociedad en la URSS

PILAR BONET El escritor sovi¨¦tico Sergu¨¦i Kaledin, que aplica su enorme vitalidad a la descripci¨®n literaria de las m¨¢s tenebrosas realidades rusas, vive en su propia piel el conflicto existente entre el Ej¨¦rcito y la sociedad hoy en la URSS. Por tres veces, la censura militar impidi¨® que se publicara su relato Stroibat (Batall¨®n de construcci¨®n), ambientado en una de las formaciones militares que el Ministerio de Defensa dedica a la edificaci¨®n de obras p¨²blicas.
Cuando las ¨²ltimas resistencias del censor jefe fueron superadas, en 1989, Stroibat apareci¨® en la revista literaria Novi Mir e incluso hubo un director teatral, Leonid Jeifez, que se atrevi¨® a incluirla en el repertorio nada menos que del Teatro del Ej¨¦rcito sovi¨¦tico, una instituci¨®n tradicionalmente dedicada a la formaci¨®n del esp¨ªritu patri¨®tico. Una compa?¨ªa entusiasta que adem¨¢s encontraba perfectamente el tono de los angustiados personajes que Stroibat comenz¨® a ensayar su puesta en escena en el teatro del Ej¨¦rcito, un edificio singular, en forma de estrella de cinco puntas, construido en los a?os treinta.Sin embargo, sobre el tel¨®n de fondo de generales que hacen sonar sus voces discordantes en el Kremlin, la puesta en escena de Stroibat vuelve a topar con las resistencias de la direcci¨®n pol¨ªtica del Ministerio de Defensa, que dirige el general Alex¨¦i Lizichev. Unos d¨ªas despu¨¦s de la intervenci¨®n del general Albert Makashov, jefe del distrito militar del Volga y los Urales, en el Congreso Constituyente del Partido Comunista de Rusia, el responsable del teatro, el coronel Gueorgui Tamilov, fue llamado a la direcci¨®n pol¨ªtica del Ej¨¦rcito, donde le dijeron que esperara un poco porque se avecinaban "cambios en las alturas" del Ministerio de Defensa, seg¨²n cuenta Sergu¨¦l Kaledin. El resultado es que el coronel Tamilov no firma los papeles necesarios para montar los decorados de la obra.
Las obras de Kaledin, de 40 a?os, son el producto de una experiencia personal. Para escribir El cementerio humilde, prohibida durante nueve a?os, trabaj¨® de sepulturero durante un a?o y medio en un cementerio de Mosc¨². Para la obra que est¨¢ preparando ahora, ha pasado el invierno trabajando de fogonero en la iglesia de una aldea cercana a la capital.
Stroibat se basa en la experiencia de la mil? de Kaledin, quien pas¨® su servicio militar y "m¨¢s miedo que nunca" en un batall¨®n de construcci¨®n, un tipo de contingente donde se han mezclado delincuentes con j¨®venes de d¨¦bil condici¨®n f¨ªsica y otros con nivel cultural muy bajo. Stroibat parece haber tenido una influencia determinante en la decisi¨®n de prohibir, a partir de 1992, los batallones de construcci¨®n dependientes del Ministerio de Defensa. Kaledin considera que estos batallones son "mano de obra barata, pr¨¢cticamente esforzada", que resulta muy c¨®moda a la Administraci¨®n. Los batallones de construcci¨®n, en opini¨®n de Kaledin, deben sustituirse por empresas comerciales.
La trama
Strgibat es la historia de dos j¨®venes destinados a un batall¨®n de construcci¨®n en Angara (Siberia). El ambiente es de campo de concentraci¨®n y los j¨®venes se defienden del ataque de un grupo de delincuentes, tambi¨¦n soldados en el Stroibat. En la refriega, uno de los j¨®venes mala a un atacante. Presionado por los jefes militares, su compa?ero le delata con el ¨²nico fin de poder marcharse del stroibat. El mensaje de Kaledin es la denuncia de una violencia in¨²til.
El jueves, el consejo art¨ªstico del teatro dirigido por Leonid Jeifez dio el visto bueno a la maqueta de la decoraci¨®n, pero nada se puede llevar a la pr¨¢ctica mientras el coronel Tamilov no d¨¦ el visto bueno. "No quieren prohibir mi obra abiertamente. Quieren hacerlo de tal manera que la puesta en escena se atasque en cosas concretas. La preparaci¨®n de la puesta en escena comenz¨® normalmente, pero cuando los generales olieron de qu¨¦ tipo de espect¨¢culo se trataba, opinaron que aquello era una pu?alada por la espalda al Ej¨¦rcito", dice Kaledin.
Seg¨²n este escritor, el ministro de Defensa, Dmitri Y¨¢zov, manifest¨® en una sesi¨®n de oficiales del Ej¨¦rcito que el espect¨¢culo de Kaledin era calumnioso para la instituci¨®n.
"Los generales no act¨²a ahora directamente", dice "sino que lo frenan mediante peque?as cosas y a trav¨¦s del responsable del teatro, el general Tamilov. Yo les digo que escriban una resoluci¨®n que pro h¨ªba el espect¨¢culo, pero no hay manera".
Leonid Jeifez, en n¨®mina en el Ministerio de Defensa, cree que hay gente dispuesta al compromiso en esta instituci¨®n aunque en las altas esferas de? ministerio hay quien piensa como Makashov, que ha atacado a la Prensa reformista sovi¨¦tica.
"La burocracia", dice Jeifez "se debe a que en nuestra sociedad hay gentes, escritores mili tares entre ellos, que ven un enemigo en Stroibat".
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