Los refugiados, pasto de los escorpiones
JAVIER VALENZUELA ENVIADO ESPECIAL En los campamentos de refugiados de la des¨¦rtica regi¨®n de Al Ruwaished, en la tierra de nadie entre Jordania e Irak, los m¨¦dicos de las organizaciones humainternacionales atendieron el pasado jueves cerca de un centenar de casos de picaduras de escorpi¨®n. Ese mismo d¨ªa, una tormenta hizo mascar y respirar arena durante horas a las decenas de miles de asi¨¢ticos all¨ª aparcados. Tom¨¢s, un filipino que trabajaba de camarero en Kuwait, resumi¨® as¨ª la situaci¨®n: "Cre¨ªa que esto era el purgatorio; ahora empiezo a pensar que he ca¨ªdo en el infierno".
En las ¨²ltimas cinco semanas, 420.000 personas han enif ado en Jordania procedentes de Irak y Kuwait, seg¨²n datos facilitados por el heredero del trono Jordano, el pr¨ªncipe Hassan. De ellos, 105.000 siguen estancados en el reino hachem¨ª, la gran mayor¨ªa en los campamentos desplegados en la regi¨®n fronteriza y en los alrededores de la capital. La situaci¨®n se agrava por minutos. Unos 19.000 nuevos refugiados entran a diario en Jordania y s¨®lo 10.000 la abandonan.
En esta dantesca exhibici¨®n de las miserias de Oriente Pr¨®ximo y el Asia central desencadenada por la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait, los fugitivos egipcios y sudaneses casi pueden considerarse afortunados. Ellos atraviesan Jordania por carretera, en direcci¨®n al puerto de Aqaba. All¨ª embarcan hacia sus pa¨ªses. Unos 160.000 lo han hecho ya.
Los que no tienen otro remedio que esperar en las tiendas del desierto son las gentes de la India, Bangladesh, Sr? Lanka, Pakist¨¢n, Filipinas y Tailandia. Ellos s¨®lo pueden salir en aviones, y sus pa¨ªses no est¨¢n en condiciones de envi¨¢rselos. Para devolverlos a sus tierras, la Organizaci¨®n Internacional de Migraciones y la ONU han comenzado esta semana en Anim¨¢n la mayor operaci¨®n de repatriaci¨®n a¨¦rea desde la II Guerra Mundial.
Rehenes del desierto
Al hacinamiento, las temperaturas de 40 grados a la sombra, la escasez de agua y alimentos padecidos por los que un funcionario jordano de la Media Luna Roja llama "rehenes del desierto" se acaban de sumar los escorpiones, las tormentas de arena y las reyertas entre miembros de diferentes comunidades que han comenzado a florecer en los ¨²ltimos d¨ªas en la gran babel de Al Ruwaished.
Cruelmente despertados del sue?o kuwait¨ª y devueltos a su miseria de origen, los refugiados asi¨¢ticos reproducen sus viejos conflictos: los bengal¨ªes se enfrentan a los paquistan¨ªes; ¨¦stos, a los indios; ¨¦stos, a los originarios de Sr? Lanka... Por si las querellas entre gentes de pasaportes distintos no fueran suficientes, se a?aden las regionales, raciales y religiosas que desgarran a los Estados asi¨¢ticos.
Para evitar ser despedazados por la muchedumbre, los soldados jordanos arrojan desde lo alto de sus camiones las raciones de comida aportadas por la Comunidad Europea.
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