La equivocaci¨®n
Se ha equivocado la ONU al decidir imponer sus resoluciones por la fuerza. La legalidad internacional no justifica la utilizaci¨®n (le recursos brutales, porque ¨¦stos invalidan la moralidad y credibilidad de quienes pretenden sustentar dicha legalidad. Una organizaci¨®n- que se supon¨ªa foro para el entendimiento de los pueblos y garante de la paz jam¨¢s debi¨® abrir las puertas de la guerra, y menos a¨²n a instancia de una potencia militar de primer orden como EE UU, consecuente vetadora de resoluciones similares a la que ahora se intenta imponer y reincidente violadora de la legalidad internacional.Nunca debi¨® legalizar la ONU desmesuradas medidas contra un pueblo, ni el bombardeo salvaje de ciudades, ni la devastaci¨®n y la muerte. ?Cu¨¢ntos problemas que acucian gravemente a la humanidad se podr¨ªan haber solucionado con los miles de millones de d¨®lares empleados en la despiadada destrucci¨®n de Irak? ?Cu¨¢ntos menos problemas hubieran padecido muchos pa¨ªses si se les hubiera condonado la deuda externa antes de la guerra y no ahora a cambio de apoyos y alianzas belicistas?
La ONU debi¨® legalizar e imponer la solidaridad internacional para la paz, no la confrontaci¨®n y el genocidio. Es vergonzoso y repugnante que las potencias occidentales hayan preferido invertir en la guerra antes que en el desarrollo de los pa¨ªses pobres-
Soy una alumna de tercero de BUP.
Tengo 16 a?os.Recientemente hemos comentado en clase el famoso discurso de Don Quijote sobre Las armas y las letras y, relacion¨¢ndolo con la actual situaci¨®n del Golfo, me ha sugerido la siguiente reflexi¨®n: el caballero que luchaba contra molinos de viento, 6qu¨¦ har¨ªa ahora frente a los grandes misiles? Casi puedo verlo desfaciendo entuertos, ajeno a la realidad... Nuestro hidalgo, que llamaba -infernales m¨¢quinas" a unas rudimentarias armas de fuego, ?qu¨¦ dir¨ªa al ver las armas nucleares, la guerra qu¨ªmica ... ?
Si llam¨® a su ¨¦poca "detestable siglo", ?c¨®mo la llamar¨ªa a la nuestra? ?C¨®mo podr¨ªa el caballero de la Triste Figura conservar su idealismo y su ingenuidad en medio de todo esto? Don Quijote, representante de valores perdidos, no podr¨ªa soportar ver en qu¨¦ se ha convertido el noble ejercicio de las armas.
Por otra parte, aunque yo me incline por las letras, el mundo, que ya ha hecho su elecci¨®n, se inclina por las armas. Es ¨¦sta una paradoja del ser humano, pues, aunque nadie quiere la guerra, se siguen fabricando armas, se sigue investigando para encontrar m¨¢quinas que maten a m¨¢s gente con menos esfuerzo.
?D¨®nde est¨¢ la locura?, ?en Don Quijote o en el mundo?
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