Material humano
Octubre de 1975. Por romper un plato adrede en un manicomio se me hace recoger los restos, se me convierte en chivo expiatorio: se me abofetea, se me pone una inyecci¨®n de fuerza, el chaleco y se me ata con correas. 1983: s¨®lo puedo dormir sentado, el traumat¨®logo descubre una fisura en mi cuarta dorsal, probable secuela por olvidarse de m¨ª en 1975, a pesar de mis alaridos de dolor.Como desde 1978 no he vuelto a ver ninguna camisa de fuerza en mis ingresos, y se me ha aplicado el electrochoque con el consentimiento m¨ªo y de mi familia, cre¨ªa, que aquello era una consecuencia nefasta m¨¢s de la dictadura Ni no de la incuria del personal a nuestro servicio.
Ahora parece que estas actitudes no han periclitado completamente y que debemos agradecer a EL PA?S la denuncia de las terapias del hospital Santa Isabel, de Le¨®n, que deja claro que sus m¨¦todos no son de recibo, prues la misma comodidad llev¨® no hace tanto tiempo al uso de los hornos crematorios con el mismo material humano.- Juan Jos¨¦ Mart¨ªn.
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