Violencia y baile

Teatro de Danza Espa?ola de LuisilloDonde esper¨¢bamos, quiz¨¢, un mayor convencionalismo -la historia tan frecuentada de dos j¨®venes amantes cuyas familias viven enfrentadas- , all¨ª salt¨® la sorpresa de un planteamiento original. Luna de sangre se nos presenta as¨ª como un excelente logro de Luisallo. La obra se basa fundamentalmente, en una exploraci¨®n sobre el baile a palo seco sus posibilidades como recurso expresivo. Hay guitarras, por supuesto, y bailes que las mismas acompa?an: la bambera, los tangos, el taranto... Pero lo que marca, y que ocupa una parte muy sustantiva de la obra, es el sonido percutiente de taconeos, palmas, incluso las u?as de los bailadores sobre la tarima del escertario...Y transmiten de manera admirable lo que: baile nos quiere contar. Como es tina historia de violencia, hay violencia en el baile y la percusi¨®n es un recurso impagable para transmitirla. Ese di¨¢logo entre los dos grupos antag¨®nicos, las replicas y contrarr¨¦plicas, siempre distintas, que llevan a una tensi¨®n creciente, todo eso es muy dif¨ªcil, sobre todo si quienes lo ejecutan son hasta. una veintena de bailaores. Bailaores que adem¨¢s no son estrictamente flamencos, salvo los protagonistas, excelentes, espl¨¦ndidos, Antonio Canales, Adri¨¢n y Beatriz Mart¨ªn. Si obviamos alg¨²n peque?o problema de mec¨¢nica teatral, dir¨ªa que Luisillo ha realizado un trabajo muy importante.

En Capricho espa?ol, Luisillo se muestra enormemente respetuoso con el esp¨ªritu de la m¨²sica de Rimskl-Korsakov, haciendo una coreograf¨ªa sumamente sobria. En cuanto a La trilla es una escena flamenca sin ning¨²n hilo argumental, en, que brillan particularmente los ballaores citados, los cantaores - formidables Toni Maya, Carbonell y Cancani - y los guitarristas -Jim¨¦nez, Ni?o del Tup¨¦ y Virseda -, todos esforzados y ofreciendo un trabajo muy efectivo.