Bordillos y pasillos

"Est¨¢n las cosas tan mal hechas que, cuando salgo de viaje, necesito constantemente la ayuda de una o dos personas", dice Juan Francisco Ant¨®n, de 35 a?os, que se qued¨® tetrapl¨¦jico hace 16 a?os por accidente de moto, y ahora ha de desplazarse en silla de ruedas. "?Cu¨¢les,son los principales problemas? Todo el viaje es un problema, desde la salida hasta el final. Para entrar en trenes, aviones y autocares necesito que me suban entre dos personas, y una vez dentro ya no puedo moverme porque los pasillos siempre son muy estrechos".Y los hoteles, ?c¨®mo est¨¢n? "Como me conozco el desastre, yo, para no equivocarme, voy siempre a unos apartamentos en Las Palmas de Gran Canaria que me son bastante c¨®modos; por ejemplo, puedo entrar a los lavabos, cosa rara. Los edificios se siguen construyendo en un 99% sin pensar en nosotros".

"Puestas as¨ª las cosas, lo mejor es apuntarse a los turnos de vacaciones de las organizaciones de minusv¨¢idos y viajar en grupo; siempre tienes gente de apoyo y ponen a tu disposici¨®n un autocar adaptado, lo que te permite gran independencia, no te da tanta pereza moverte. En contrapartida, pierdes cierta intimidad y tienes que estar siempre con otros minusv¨¢lidos, lo que puede gustarte en unos momentos, pero en otros no".

Hay iniciativas que intentan hacer las cosas m¨¢s llevaderas. Entre esos pasos destacan los turnos de vacaciones subvencionadas de organizaciones como ONCE y COCEMFE (Confederaci¨®n Coordinadora Estatal de Minusv¨¢lidos F¨ªsicos de Espa?a); la filosof¨ªa de la Federaci¨®n ECOM para atender el derecho a la intimidad y apoyar los viajes individuales en vez de colectivos, o el acuerdo firmado en 1990 entre Patrimonio Nacional y el INSERSO para la eliminaci¨®n de barreras en monumentos como los palacios de Madrid y Aranjuez.