Demasiada luz para las estrellas
La pantalla al aire libre del Cine Expo necesita orejeras para evitar la luminosidad exterior
Las estrellas, del cielo y la tierra, s¨®lo se ven bien en la oscuridad. Los millones de vatios que alumbran cada noche la isla de la Cartuja atraen polillas, moscas y mosquitos, y apagan el brillo de las im¨¢genes de la pantalla del Cine Expo. Para evitarlo, esta semana est¨¢ previsto que se instalen dos orejeras del tama?o de la pantalla -de 228 metros- que impidan el paso de la luz. Han tenido que proyectarse 23 de las 239 pel¨ªculas programadas para que la Expo se decida a colocar estas orejeras.
"El fallo se ha detectado a medida que la Expo empezaba. Se ha ido retrasando, aunque era algo evidente y obvio, por los problemas burocr¨¢ticos de siempre explica Diego Gal¨¢n, director de este cine. "Cuando las pel¨ªculas son luminosas, el exceso de luz que rodea el cine pasa desapercibido. Pero cuando es oscura, se ve mal", se?ala Gal¨¢n. "Ta visita de unos t¨¦cnicos ha aconsejado la instalaci¨®n de unas orejeras que cubrir¨¢n por los lados y por arriba la pantalla. Si conseguimos frenar el excesivo paso de luz, la sala ser¨¢ perfecta", dice.El cine, con una capacidad para 1. 130 espectadores, recuerda a las viejas salas de verano. Se llena de p¨²blico con t¨ªtulos como Mujeres al borde de un ataque de nervios, Blade runner o Espartaco. Pero la afluencia disminuye con pel¨ªculas como El asalto, una obra holandesa que gan¨® el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera en 1986. Un bar en la sala y otro fuera han convertido el recinto en un lugar de copas y palomitas.
El Cine Expo, de entrada gratuita y en versi¨®n original, subtitulada, sobrevive rodeado de modernos inventos audiovisuales como el Omnimax, el Movimax del pabell¨®n de Espa?a, el cine de tres dimensiones de Fujitsu o el Pozo de las Im¨¢genes del pabell¨®n de Francia. Esas "cosas para ni?os", como las define un cin¨¦filo, han convertido el Cine Expo en un lugar con sabor antiguo, elegante y nost¨¢lgico -los murci¨¦lagos sobrevuelan la sala algunas n¨¢ches-. En ¨¦l se dan cita, m¨¢s que visitantes y turistas, los trabajadores de los pabellones o aficionados sevillanos que no encuentran en las cinco salas y siete multicines de la ciudad variedad de t¨ªtulos. El programa del cine cuenta con 239 pel¨ªculas, de las que 34 son espa?olas. "Al principio el proyecto era m¨¢s ambicioso, pero se qued¨¦ reducido a lo que es ahora", cuenta Gal¨¢n, en referencia a la escasa presencia de actores o directores que presenten o hablen de sus pel¨ªculas.
Los filmes programados, que se proyectan a las once de la noche, se dividen en seis apartados: Andaluc¨ªa en cine (con t¨ªtulos como Sangre y arena, de Mamoulian); Made in USA (con Lo que el viento se llev¨®, de Victor Fleming; G¨ªlda, de Charles Vidor; Manhattan, de Woody Allen; Rumble fish, de Coppola,o Cantando bajo la lluvia, de Stanley Donen); Mirada sinfronteras (con Los diez mandamientos, de Cecil B. de M¨ªlle; o El gran dictador, de Chaplin); Cine de 12 estrellas, selecci¨®n de filmes europeos premiados en festivales internacioanles; Participantes, destinado a los pa¨ªses con pabell¨®n en La Cartuja, y Grandes estrenos, con obras espa?olas poco conocidas.
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