Un comercio macabro
Muchos ni?os albaneses que desaparecen son vendidos por las mafias internacionales
Un suceso reciente en la capital de Albania, Tirana, ha conmovido al pa¨ªs entero. Hace tres meses desapareci¨® un ni?o de cuatro a?os. Su familia avis¨® a la polic¨ªa, a los ¨®rganos de investigaci¨®n y a los medios de comunicaci¨®n. Ninguna huella. Se lo trag¨® la tierra. Todos lo consideraban perdido o muerto. Sus padres y parientes perdieron todo tipo de esperanza de encontrarlo vivo. Hace una semana el ni?o apareci¨® de repente frente a la puerta de su casa. La madre que lo hab¨ªa llorado frotaba sus ojos. No cre¨ªa en este milagro.
Cuando lo estaba ba?ando not¨® que su hijo ten¨ªa una cicatriz de intervenci¨®n quir¨²rgica. Al d¨ªa siguiente lo llev¨® a una cl¨ªnica, donde los m¨¦dicos especialistas le dijeron que a su hijo le hab¨ªan quitado el ri?¨®n derecho, al parecer para un trasplante. Ella y su marido se quedaron at¨®nitos. Se trata de una historia macabra, de un crimen sin precedentes en la historia de este pa¨ªs. Lo peor es que no es el ¨²nico. Una mafia entera compuesta por directoras de orfelinatos estatales, abogados, jueces, m¨¦dicos y hasta funcionarios del Ministerio de Justicia est¨¢n implicados en lo que se considera el mayor esc¨¢ndalo actual en Albania.
Muchos hechos demuestran que ellos han convertido la adopci¨®n de los ni?os al exterior en un comercio lucrativo para s¨ª mismos y tambi¨¦n para la mafia internacional del trasplante de ¨®rganos, como la Cosa Nostra y otras bandas.
Se trata de casi 3.000 ni?os albaneses desaparecidos de los orfelinatos en el ¨²ltimo a?o, seg¨²n cifras citadas por la prensa albanesa, italiana y griega. Oficialmente se admite una cifra de 270 adopciones de ni?os albaneses en los ¨²ltimos seis meses. Muchos de ellos fueron adoptados por familias griegas, italianas o norteamericanas.
Entre ellos, casi 50 ni?os ten¨ªan graves deficiencias mentales, lo que no parece haberle importado a este ej¨¦rcito de bandidos sin escr¨²pulos que han descubierto y usan la mejor manera de enriquecerse aprovech¨¢ndose de la miseria y pobreza extrema que reina en el pa¨ªs de las ¨¢guilas.
Por otro lado, ellos cazan a familias extranjeras que pagan 10.000 o 12.000 d¨®lares (1.000.000 y 1.200.000 pesetas) por un hijo adoptivo. Cuando se trata de ni?os que servir¨¢n como conejillos de indias comprados por la Cosa Nostra y sus filiales en Grecia, Italia o Estados Unidos, el precio se multiplica.
Si no fuera as¨ª, se pregunta la prensa local, entonces ?por qu¨¦ se adoptan ni?os con graves deficiencias mentales? ?Cu¨¢l ser¨ªa aquella pareja en el Occidente que adoptar¨ªa a un loco?
El presidente de la Asociaci¨®n de Hu¨¦rfanos de Albania, que tiene m¨¢s de 12.000 miembros, Faik Bollati, ha denunciado tanto las adopciones sospechosas como el comercio ilegal de ni?os albaneses.
?ltimamente un irland¨¦s adopt¨® en La Casa del Ni?o de Shkodra, ciudad en la parte septentrional del pa¨ªs, a cuatro ni?os de la misma familia que perdieron ambos padres, muertos en una avalancha de nieve. De ellos se sabe solamente que terminaron en Estados Unidos. "En principio yo no estoy en contra de las adopciones legales. Al contrario, lo que exige nuestra asociaci¨®n es proteger los derechos humanos de nuestros ni?os y evitar los abusos", afirma Bollati.
Ni?os deficientes
El caso m¨¢s sensacional fue el de cinco ni?os de Shkodra, cuatro de los cuales tienen graves problemas ps¨ªquicos. ?Todos fueron adoptados por una sola pareja griega! Se fueron a Grecia, sin dejar huella alguna. Lo mismo ocurri¨® con Drita Duzha, una ni?a de tres a?os que fue llevada tambi¨¦n a Grecia, donde al parecer act¨²a la Cosa Nostra. Drita fue entregada por la directora de su orfelinato a un griego llamado Teodomis Dandis, que ha desaparecido junto con la ni?a. S¨®lo con tr¨¢mites diplom¨¢ticos entre Tirana y Roma se ha podido llegara encontrar a una ni?a llamada Marslinda Ndreka, de tres a?os, que fue prohijada por una familia napolitana clandestinadamente y sin el consentimiento de sus padres. A Italia se han ido decenas de ni?os albaneses, de cuya suerte nada se sabe.
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