Desviaciones
APENAS UNA semana despu¨¦s de que el Programa de Convergencia de la econom¨ªa espa?ola superara su ¨²ltimo tr¨¢mite con la aprobaci¨®n casi entusiasta del Consejo de Ministros de Econom¨ªa comunitario, el ministro espa?ol del ramo, Carlos Solchaga, ha reconocido desviaciones significativas en la senda trazada para el a?o en curso en aspectos fundamentales de ese programa.En un entorno internacional menos expansivo que el previsto, la tasa de crecimiento del producto interior bruto (PIB) espa?ol en este a?o dif¨ªcilmente superar¨¢ el 2,5%, frente al 3% reflejado en ese programa; esa menor actividad no est¨¢ contribuyendo precisamente a mantener la variaci¨®n de los precios en los l¨ªmites previstos por el Gobierno, como ha vuelto a poner de. manifiesto el aumento del ¨ªndice de precios al consumo (IPC) correspondiente al mes de mayo, muy distante en su tasa interanual -6,5%- de ese objetivo del 5% para el presente a?o.
La m¨¢s acusada contradicci¨®n se pone de manifiesto en la evoluci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, cuyo crecimiento determinar¨¢, seg¨²n ha anunciado Solchaga, la elevaci¨®n de las retenciones practicadas sobre las rentas del trabajo en el IRPF apenas cinco meses despu¨¦s de que fuera decidida su reducci¨®n. No ha tenido m¨¢s remedio el ministro de Econom¨ªa que reconocer ?errores de c¨¢lculo! en esa nueva tabla de retenciones, cuyos efectos adversos sobre la recaudaci¨®n se han a?adido a los derivados de esa menor actividad de la econom¨ªa y al fuerte descenso en las rentas de capital, originado por el importante desplazamiento del ahorro hacia los fondos de inversi¨®n, exentos de retenci¨®n.
Esta diligencia mostrada para proceder en las pr¨®ximas semanas a la correcci¨®n de errores deber¨ªa extenderse al resto de las actuaciones previstas en ese programa, para que no quede como un mero ejercicio voluntarista. Si, bajo las hip¨®tesis en que se fundamenta la convergencia, la reducci¨®n de los desequilibrios que presenta nuestra econom¨ªa exige r¨¢pida aplicaci¨®n de reformas estructurales, en las circunstancias actuales tales actuaciones son mucho m¨¢s prioritarias, por muy impopulares que parezcan; a las limitaciones de las pol¨ªticas hasta ahora practicadas para frenar ese deterioro se a?aden nuevas incertidumbres que ponen en cuesti¨®n la capacidad del Gobierno para hacer los n¨²meros, en primer lugar, y luego, para corregir las situaciones creadas.
La incertidumbre creada sobre la uni¨®n econ¨®mica y monetaria de Europa ha afectado especialmente. a la capacidad de la econom¨ªa espa?ola para, en ausencia de una vinculaci¨®n tal, reconducir sus desequilibrios hacia niveles m¨¢s pr¨®ximos a los de los principales pa¨ªses de la CE. Las tensiones registradas durante los ¨²ltimos d¨ªas en los mercados financieros, incluida la depreciaci¨®n de la peseta, son una muestra de esa vulnerabilidad.
A ello se a?aden factores dom¨¦sticos que, lejos de apoyar la estabilidad necesaria para hacer frente a esa tarea de saneamiento de la econom¨ªa, aumentan la incertidumbre. La concreci¨®n de esa mayor beligerancia de la pol¨ªtica fiscal anunciada por el ministro de Econom¨ªa, las dudosas posibilidades de recuperaci¨®n del di¨¢logo con las fuerzas sociales, las perturbaciones surgidas en el gobierno del Banco de Espa?a y, en ¨²ltima instancia, la mayor o menor proximidad de la convocatoria de elecciones legislativas constituyen circunstancias de entidad suficiente para que ese horizonte en el que se ampara la formaci¨®n de expectativas y, en definitiva, la adopci¨®n de las decisiones econ¨®micas se presente menos favorable de lo que las circunstancias actuales har¨ªan aconsejable.
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