Mostar tambi¨¦n quiere ser como Sarajevo

Unas decenas de musulmanes de Mostar, la capital de la Herzegovina, que se disputan la Armija y el Ej¨¦rcito croata, protestaron ayer en Sarajevo por la falta de ayuda y de atenci¨®n hacia la cat¨¢strofe que vive la ciudad.Apenas el 10% de los 120.000 habitantes con los que contaba Mostar antes de la guerra se cobijan todav¨ªa entre sus destrozadas calles y sus derruidos edificios. "Es un error esperar ayuda humanitaria o militar del extranjero y hemos de contar con nuestras propias fuerzas", manifest¨® ayer el ministro Rusmir Mahmutcehajic a los representantes de los musulmanes de Mostar.
Pero la falta de comunicaciones provocada por la guerra y las diferentes visiones sobre c¨®mo dirigir la contienda han hecho fuerte mella en la Armija, Ej¨¦rcito de mayor¨ªa musulmana. De hecho, los comandantes militares de Sarajevo, de Mostar o de Bihac, por citar tres ciudades alejadas entre s¨ª, no mantienen una estrategia com¨²n y cada cual campa por sus respetos.
La pat¨¦tica protesta de Mostar en Sarajevo s¨®lo es un bot¨®n de muestra. Unas 50 personas portaban pancartas con el lema "Salvemos Mostar" en una capital como Sarajevo, sin agua ni luz y con una de las mayores destrucciones b¨¦licas desde los tiempos de la II Guerra Mundial.
Seguir viviendo
"La Herzegovina debe seguir viviendo, pero es imposible que viva si la gente es expulsada del territorio", se?al¨® ayer Zdravko Grebo al referirse a la cr¨ªtica situaci¨®n que atraviesa la regi¨®n meridional del pa¨ªs."La gente no se ha fijado en Mostar y eso resulta un esc¨¢ndalo. ?Por qu¨¦ Mostar no es m¨¢s importante que Sarajevo?", a?adi¨® este miembro de la presidencia de Bosnia ante un auditorio de un centenar de personas.
Los manifestantes comentaron que no dispon¨ªan de informaci¨®n sobre el campo de prisioneros que los croatas han instalado en el antiguo aer¨®dromo de Mostar. Al parecer, centenares de musulmanes est¨¢n internados all¨ª desde hace meses en condiciones similares a las de un campo de concentraci¨®n.
Las gestiones de los jefes de los cascos azules espa?oles para inspeccionar el campo han resultado infructuosas hasta ahora. Las condiciones de vida en Mostar se han degradado notablemente desde que en mayo se abrieran las hostilidades entre musulmanes y croatas y sin que fuera posible una labor de interposici¨®n de la Agrupaci¨®n Canarias, que sufri¨® dos bajas en esta ciudad.
La capital de la Herzegovina ya fue atacada y parcialmente destruida por los serbios en 1992 en los comienzos de la guerra. Croatas y musulmanes, entonces aliados, repelieron la agresi¨®n serbia.
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