Los ladrones se llevan una escultura de bronce de Arco 94

Una escultura del artista vitoriano Javier Tudela desapareci¨® de la feria de arte Arco 94 al mediod¨ªa del pasado domingo. La pieza, titulada Recuerdo de mi abuelo en el desierto, es una plancha de bronce de 28 cent¨ªmetros de largo por 26 de alto, valorada en 250.000 pesetas y expuesta por la empresa Endesa y el Museo de Teruel. Tiene grabado el texto de un relato que sol¨ªa contar el abuelo del autor. Hacia la una de la tarde del domingo, unos visitantes pusieron en guardia a las azafatas del pabell¨®n: en el lugar de la l¨¢mina s¨®lo quedaban las escarpias que la sosten¨ªan.Poco antes, las azafatas hab¨ªan comprobado que la obra se encontraba en su sitio. "Pero la sala, de unos doscientos metros de superficie, estaba abarrotada de gente y nuestro despacho se encuentra de espaldas a la pared donde se encontraba la escultura sustra¨ªda. Tuvo que ser un robo muy r¨¢pido", explican. "Quiz¨¢ entre varios la metieron en una bolsa; puede que alguien observase la maniobra, pero pudo pensar que se trataba de un grupo de la organizaci¨®n del certamen dedicado a cambiar una pieza de lugar", a?aden.

Los guardas de seguridad de la feria avisaron a sus compa?eros que vigilan las entradas y salidas del recinto. Pero no hallaron nada en las bolsas de los visitantes.

El autor se enter¨® a media tarde por un familiar. "Ella se sorprendi¨® de ver s¨®lo los tornillos en el lugar donde ten¨ªa que estar expuesta la escultura y me avis¨®", explica. Tudela, de 34 a?os, ha vivido desde 1990 en Par¨ªs. Es la primera vez que expone en Arco y s¨®lo lleva tres meses residiendo en Madrid. Se ha tomado el robo con humor.

"Yo creo que tienen que ser unos gamberros y no me extra?ar¨ªa que la escultura apareciese pronto por alg¨²n lavabo", asegura. "Quiz¨¢ alguien se encaprich¨® de ella y decidi¨® obtenerla por un sistema peculiar de coleccionismo", a?ade. "Que lo disfruten, pero si les gusta mi obra y tienen dinero, a ver si la pr¨®xima vez me la quieren comprar", concluye socarr¨®n.

El artista describe la pieza como un juego entre elementos contrapuestos. "Me pareci¨® interesante plasmar esta historia que contaba mi abuelo en un material como el bronce, que es lo m¨¢s contradictorio que pueda haber con la tradici¨®n oral", manifiesta.

La escultura hurtada ha sido ya reemplazada en el pabell¨®n por otra id¨¦ntica -el autor hizo siete en una misma edici¨®n- que pertenece al Museo de Bellas Artes de ?lava.