La pol¨¦mica Haro Tecglen y Sartorius
Las piedras de los r¨ªos pierden las aristas con el roce y se transforman en figuras de contornos suaves, que no hieren la mano que las toca. Los seres humanos no somos piedras de no, sino empecinados luchadores, rencorosos enemigos de nuestros pr¨®jimos y tanto m¨¢s cuanto m¨¢s cerca est¨¦n en las ideas o en la geograf¨ªa.Esto lo llevamos tan arraigado que al manifestar nuestra coincidencia general -la absoluta ni puede ni debe existir- con un partido pol¨ªtico, con una corriente de ideas, solemos escuchar: "Pero ?de cu¨¢l eres t¨², de Fulano o de Mengano?". Es dificil mantenerse liberal, socialdem¨®crata, socialista, comunista...,; aceptar, sin personalismos ni bander¨ªas, confianza en un proyecto, que suele considerarse inalcanzable, pero al que nos parece conveniente apoyar con m¨¢s o menos ah¨ªnco.
Se ha aireado estos d¨ªas en EL PA?S una fuerte discusi¨®n entre insigne columnista, Haro Tecglen, y pol¨ªtico de reconocida honradez y entrega a sus ideas, Nicol¨¢s Sartorius. Ambos admirables por mantener, contra viento y marea y a costa de muchos sacrificios, unas ideas en las que muchos coincidimos. Puede ser que los avatares de la vida, los complicados mecanismos del sistema de vida que padecemos -y que ambos repudian y desear¨ªan ver transformado en otro m¨¢s justo- les hayan llevado a alguno de ellos a realizar maniobra poco ortodoxa. Pero yo quiero seguir admir¨¢ndoles y respet¨¢ndoles a ambos, y ser¨ªa para m¨ª satisfactorio ver c¨®mo esta acre diatriba se diluye, demostrando que nosotros -plural en que ambos est¨¢n- somos diferentes y esperanza de otro modo de plantear y hacer las cosas. ?Me explico?-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.