Son necesarias calma y firmeza

ES, SIN duda, un grave incidente el acaecido ayer en Bosnia central. Sus consecuencias son a¨²n imprevisibles. Dos cazabombarderos norteamericanos -bajo bandera de la OTAN- derribaron cuatro aviones Galeb -seg¨²n la mayor¨ªa de los indicios, del Ej¨¦rcito serbio en Bosnia-. ?stos participaban con otros dos aviones del mismo tipo en una operaci¨®n de bombardeo de instalaciones del Ej¨¦rcito bosnio en el centro de esta rep¨²blica, sobre la cual el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hab¨ªa decretado hace 10 meles una prohibici¨®n total de vuelos. Ignoraron las repetidas ¨®rdenes de los aviones de la OTAN de tomar tierra. Los pilotos norteamericanos actuaron, por tanto, con plena correcci¨®n, siguiendo las ¨®rdenes emanadas del m¨¢ximo ¨®rgano de decisi¨®n de la comunidad internacional. Desde que en abril de 1993 fuera adoptada tal resoluci¨®n pod¨ªa haberse producido en cualquier instante un incidente de este tipo, sobre todo a la vista de que las violaciones de esta prohibici¨®n de vuelo han sido constantes.Pero en ning¨²n momento de la guerra se ha sabido de una acci¨®n a¨¦rea serbia ni croata en Bosnia en la que participaran seis aviones juntos en formaci¨®n de combate. No es por tanto descartable que las fuerzas serbias intentaran poner a prueba, como tantas otras veces, la disposici¨®n de la ONU y la OTAN de cumplir sus amenazas, una vez pasado el ultim¨¢tum impuesto para la retirada de la artiller¨ªa serbia en torno a Sarajevo. Tambi¨¦n hay indicios de que los aviones hab¨ªan atacado una f¨¢brica de munici¨®n en poder bosnio para impedir que ¨¦sta pueda convertirse en gran centro de suministro al enemigo tras una eventual reapertura de la cooperaci¨®n militar en Bosnia entre croatas y bosnios de mayor¨ªa musulmana -que se negocia en Washington auspiciada por EE UU-. El temor serbio ante una eventual reactivaci¨®n de la alianza croato-bosnia es grande.

Esta primera acci¨®n de combate de la OTAN desde su creaci¨®n, en 1949, ser¨¢ utilizada con seguridad por la propaganda de aquellos que objetan a todo lo que no sea dejar que Serbia y las fuerzas serbias bosnias act¨²en a su capricho. Belgrado asegur¨® ayer de nuevo que no tiene nada que ver con el incidente. ?De qui¨¦n eran los aviones y de qui¨¦n el queroseno y las bombas utilizadas por ellos en su operaci¨®n nocturna? Los aviones de la OTAN han hecho lo ¨²nico posible para impedir que esta organizaci¨®n pierda su credibilidad en los Balcanes.

Ahora todos deber¨¢n hacer un esfuerzo por mantener la calma e impedir una escalada del conflicto. La primera reacci¨®n del Kremlin, en la que -h¨¢bilmente, sin identificar la procedencia de los aviones derribados- el ministro de Exteriores, Kozirev, manifest¨® que ¨¦stos eran los ?nicos culpables del incidente por violar la prohibici¨®n de vuelo, parece indicar que Mosc¨² comparte este objetivo. La OTAN debe, por su parte, convencer a Rusia de que esta acci¨®n no conlleva dobles intenciones contra sus intereses. Los bombardeos serbios cerca de Tuzla despu¨¦s del incidente pueden tener una relaci¨®n con ¨¦ste, pero no fueron m¨¢s intensos de lo acostumbrado en meses. Todos los pa¨ªses miembros de la OTAN -excepto Grecia- mostraron su apoyo a la acci¨®n, en una manifestaci¨®n de unidad que se ha echado en falta a lo largo de todo el conflicto, y dijeron que ahora el mensaje a las fuerzas serbias est¨¢ meridianamente claro. El siguiente paso ser¨¢ dejar igual de claro que cualquier ataque a los cascos azules recibir¨¢ una respuesta de similar contundencia. La negociaci¨®n para la paz es imprescindible. Ahora es el momento de calma y firmeza.