Gonz¨¢lez alega que el PSOE no estaba preparado para convivir con los socialistas corruptos

El primer mitin de Felipe Gonz¨¢lez en la precampa?a electoral andaluza result¨® totalmente accidentado. Un centenar de trabajadores de Santana revent¨® en Sevilla la presentaci¨®n p¨²blica de Manuel Chaves y Fernando Mor¨¢n como cabezas de lista a las elecciones andaluzas y europeas. Gonz¨¢lez reiter¨® que no pensaba dimitir y reconoci¨® que el PSOE no estaba preparado para "convivir con gente que ha utilizado el cargo p¨²blico para aprovecharse". La plana mayor del PSOE acudi¨® al acto, incluido Alfonso Guerra, cuya inesperada presencia dej¨® helados a casi todos los dirigentes andaluces.

Las palabras de Gonz¨¢lez fueron las ¨²nicas que oyeron con nitidez los 7.000 asistentes -de los 20.000 previstos-, pues el centenar de empleados de Santana que logr¨® colarse en el Palacio de los Deportes revent¨® las intervenciones de Carmen Hermos¨ªn, Fernando Mor¨¢n y Manuel Chaves. Poco antes del mitin, la polic¨ªa carg¨® contra trabajadores de varias empresas en crisis.Entre gritos de "?Mentira, mentira!" y "?Ah¨ª est¨¢ la cueva de Al¨ª Bab¨¢!", Chaves no logr¨® terminar una frase con coherencia, mientras los simpatizantes, que hab¨ªan acudido a aplaudir, estaban completamente vueltos hacia el lugar donde los trabajadores bat¨ªan las chaquetas azules de Santana entonando v¨ªtores m¨¢s fuertes para tapar la vocingler¨ªa.

Tras m¨²ltiples empujones y desmayos, medio centenar de militantes, algunos de ellos pertenecientes al servicio de orden, invadieron los asientos de los manifestantes con las ocho pancartas del PSOE m¨¢s grandes que encontraron hasta conseguir que los manifestante se fueran. Gonz¨¢lez pudo entonces pronunciar tranquilamente su discurso.

Frialdad de Guerra

La llegada de Guerra al lugar del mitin sorprendi¨® a la mayor¨ªa de los dirigentes socialistas, incluido el propio Manuel Chaves, quien apenas una hora y media antes hab¨ªa excusado la ausencia del vicesecretario general. Guerra no lleg¨® a intervenir el acto y mantuvo una actitud fr¨ªa. Ni siquiera aplaudi¨® la intervenci¨®n final de Gonz¨¢lez.

El presidente del Gobierno intent¨® insuflar confianza a sus correligionarios, apabullados con los ¨²ltimos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y las dimisiones en el Gobierno. "Vamos a demostrarle a la derecha que en momentos como ¨¦ste tambi¨¦n sabemos ganar", asegur¨® Gonz¨¢lez, quien dijo en varias ocasiones que no pensaba tirar la toalla: "Aunque insista la derecha, no voy a dimitir de la responsabilidad de Gobierno, y mucho menos en unos momentos de dificultad".

Otro de los argumentos que esgrimi¨® para no renunciar al cargo fue: "No lo voy a hacer porque me llega no s¨®lo vuestro voto, sino tambi¨¦n vuestro aliento, respaldo, afecto y cari?o".

El secretario general dijo sentirse abochornado por los ¨²ltimos esc¨¢ndalos y reconoci¨® que el PSOE no estaba preparado para convivir con la corrupci¨®n: "Tengo que confesaros que no est¨¢bamos preparados para convivir con gente que ha utilizado el cargo p¨²blico para aprovecharse; para contemplar en nuestras filas a gente que antepon¨ªa el dinero a la solidaridad".

Gonz¨¢lez admiti¨® su parte de responsabilidad y dijo que "hab¨ªa confiado en algunos" que no "merec¨ªan" su confianza. "Me costaba trabajo creerlo porque nunca lo he sentido personalmente", se?al¨®.

El presidente del Gobierno prometi¨® que los socialistas "limpiar¨ªan" el pa¨ªs de corruptos, pero "sin caer en el linchamiento moral del nadie". Tambi¨¦n dedic¨® cr¨ªticas la derecha pol¨ªtica, de la que dijo: "Nunca nos han echado una mano".