El rey Juan Carlos inaugura la reforma del Museo Sefard¨ª, que ha durado ocho a?os
El renovado Museo Sefard¨ª de Toledo abre con la intenci¨®n de divulgar la cultura hebrea en general y la judeo-espa?ola en particular. Sin embargo, el museo ha tenido que adaptarse a importantes limitaciones de espacio, ya que la inmensa sala de oraci¨®n de la Sinagoga del Tr¨¢nsito, considerada el templo sefard¨ª por excelencia, y que permanece vac¨ªa, ocupa tres cuartaspartes del edificio. La restauraci¨®n de este templo emblem¨¢tico, que ayer inaugur¨® el rey Juan Carlos, ha durado ocho a?os y ha supuesto una inversi¨®n de 215 millones de pesetas.
El nuevo montaje del Museo Sefard¨ª, de Toledo, cuyo origen se remonta a 1964, intenta ofrecer una visi¨®n completa de la historia del pueblo jud¨ªo en Espa?a desde su llegada en ¨¦poca romana hasta su expulsi¨®n por los Reyes Cat¨®licos, con especial dedicaci¨®n a la ¨¦poca medieval, en la que se construy¨® la sinagoga que lo alberga. Consta de cinco peque?as salas adem¨¢s de la denomina Galer¨ªa de Mujeres, donde el visitante podr¨¢ hacer un recorrido por la historia y las tradiciones caracter¨ªsticas de la mujer jud¨ªa.La restauraci¨®n de la sala de oraciones de la Sinagoga del Tr¨¢nsito ha sido la parte esencial de la actuaci¨®n. Seg¨²n el arquitecto Carlos Bazt¨¢n, uno de los autores del proyecto para este espacio, "el edificio estaba bastante bien estructuralmente, aunque hay que cambiar partes del forjado que se ha hecho de madera, como el original". La filosof¨ªa general ha querido respetar las tres culturas que han Ido configurando la fisonom¨ªa del edificio. "Afortunadamente, aqu¨ª no se destruy¨® nunca lo anterior, s¨®lo cambiaban los s¨ªmbolos. En realidad, nuestro trabajo ha consistido, sobre todo, en retirar las capas superpuestas", afirma Bazt¨¢n.
Colorido
El arquitecto Jaime Mart¨ªnez Ramos, responsable de la primera fase del proyecto y director de las obras, considera que lo que se ha hecho es "limpiar, sanear y conservar". Entre los aspectos m¨¢s sorprendentes de la restauraci¨®n de la sala de oraciones, est¨¢ el descubrimiento del colorido de las yeser¨ªas que recubren los muros. Tambi¨¦n la restauraci¨®n de la armadura de madera que recubre la gran sala, y que est¨¢ considerada un magn¨ªfico ejemplo de capinter¨ªa espa?ola medieval.
La Sinagoga del Tr¨¢nsito, cuyo primer nombre fue Sinagoga de Samuel en honor a su constructor, fue edificada entre 1356 y 1357. Samuel Ha-Lev¨ª fue un hombre importante de la corte de Pedro I el Cruel, donde desempe?¨® cargos diplom¨¢ticos y de tesorer¨ªa. En 1492, los Reyes Cat¨®licos cedieron el edificio a la orden de Calatrava que lo convirti¨® en templo cristiano. Las principales transformaciones a su aspecto original se produjeron a comienzos del siglo XVI, con la instalaci¨®n de un retablo y algunas transformaciones exteriores.
Seg¨²n el director general de Bellas Artes, Jos¨¦ Guirao, "la mayor dificultad con la que se han enfrentado los arquitectos ha sido aprovechar convenientemente los espacios antiguos y generar otros nuevos, y que en muy pocos metros la colecci¨®n quedar¨¢ bien instalada". Los escasos 800 metros cuadrados del total del edificio, de los que la sala principal que no se utiliza como espacio muse¨ªstico ocupa casi las tres cuartas partes, se pueden convertir a la larga en un problema importante.
Pol¨¦mica
As¨ª lo puso de manifiesto la directora del museo, Ana Mar¨ªa L¨®pez ?lvarez, al afirmar que necesitamos ya algo m¨¢s de espacio, empezamos a estar un poco apretados". Guirao contest¨® que para solucionar este problema habr¨ªa que buscar otro edificio.
Un aspecto pol¨¦mico sobre la utilizaci¨®n de la sinagoga ha sido la petici¨®n de algunos sectores de la comunidad jud¨ªa para que esta sinagoga o la vecina de Santa Mar¨ªa la Blanca se utilicen para el culto hebreo. Seg¨²n el presidente de la Asociaci¨®n de Amigos del Museo Sefard¨ª, Juan Ignacio de Mesa Ruiz, ser¨ªa conveniente que la sinagoga de Santa Mar¨ªa la Blanca pase a titularidad estatal, y que se llegue a un acuerdo para que la comunidad hebrea pueda utilizarla para celebrar all¨ª sus ritos, ya que los contactos en este sentido entre la comunidad jud¨ªa y el obispo de Toledo han sido totalmente infructuosos.
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