Gonz¨¢lez contest¨® tan solo a preguntas parlamentarias poco comprometidas

Parieron los montes y, como era previsible, naci¨® un min¨²sculo rat¨®n. La artificial expectaci¨®n creada en tomo a la comparecencia del presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, en el turno de control parlamentario, se resolvi¨® en 15 minutos reglamentarios de absoluta normalidad. El tenor de las preguntas escogidas por el jefe del Gobierno fue decisivo para alejar cualquier posibilidad de controversia pol¨ªtica. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, l¨ªder del principal partido de la oposici¨®n, tras asegurar que no tiene previsto hacerle ninguna pregunta por ahora al presidente, se mostr¨® despectivo: "EI problema de Gonz¨¢lez es que su palabra no vale nada; no es cre¨ªble".

El reparto del Fondo de Cohesi¨®n, la subida de las pensiones y el problema que tendr¨ªa Espa?a en una hipot¨¦tica Europa de dos velocidades fueron las cuestiones planteadas por los diputados Mariano Rajoy, del PP; Miquel Roca, de CiU, y Diego L¨®pez Garrido, de IU. M¨¢s diputados de los habituales en las sesiones de los mi¨¦rcoles, ligeros murmullos tras la primera intervenci¨®n de Gonz¨¢lez, y cuando tom¨® la palabra Miquel Roca, junto con la presencia, tambi¨¦n inusual, del l¨ªder del PP, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, fueron las ¨²nicas novedades de esta sesi¨®n de control al Gobierno.La sesi¨®n empez¨® con puntualidad a las cuatro de la tarde y termin¨® 15 minutos despu¨¦s, tiempo exacto que se tarda en consumir tres preguntas y tres respuestas.

Gonz¨¢lez abandon¨® el hemiciclo al terminar su intervenci¨®n y en los pasillos no quiso hacer declaraciones, aunque s¨ª record¨® que no era la primera vez que se somet¨ªa a este tipo de sesiones, ya que durante su primer mandato de gobierno, entre 1982 y 1986, contest¨® a preguntas e interpelaciones de la oposici¨®n.

El presidente del PP, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, le sigui¨® los pasos a Gonz¨¢lez en el abandono del hemiciclo y tambi¨¦n fue parco en sus manifestaciones. El l¨ªder del PP consider¨® "excesiva" la expectaci¨®n creada para lo que hab¨ªa deparado esta intervenci¨®n de Gonz¨¢lez, "despu¨¦s de ocho anos de no haberlo hecho".

El pol¨ªtico conservador dio muestras de que, por ¨¦l, la presencia de Gonz¨¢lez en sesiones de este tipo no alcanzar¨¢ relevancia alguna. "No tengo previsto, por ahora, formularle preguntas", dijo, para despedirse con una sentencia contundente: "El problema de Gonz¨¢lez es que su palabra no vale nada; no es cre¨ªble".

Asuntos de inter¨¦s general

Las consideraciones del portavoz de CiU, Miquel Roca, difirieron mucho de las expresadas por Aznar, ya que el pol¨ªtico catal¨¢n no albergaba para esta sesi¨®n ninguna emoci¨®n especial. Con el sentido pr¨¢ctico que le caracteriza, Roca se?al¨® que estas intervenciones del presidente tienen que valer para conseguir de ¨¦l compromisos o manifestaciones precisas sobre asuntos que interesan a la gente. ?ste era el objetivo de su pregunta sobre la subida de las pensiones.

Roca apreci¨® ostensiblemente c¨®mo numerosos diputados del PP subieron el tono de sus murmullos cuando el presidente del Congreso, F¨¦lix Pons, le nombr¨® para que formulara su pregunta. Mirando de soslayo hacia el la lo derecho de la C¨¢mara, improvis¨® un pre¨¢mbulo: "Se?or presidente, tomo la palabra para llamar su atenci¨®n sobre una cuesti¨®n que afecta a un colectivo tan importante de casi siete millones de ciudadanos espa?oles y e convencido de que tambi¨¦n interesa a toda esta C¨¢mara". Cesaron los murmullos.

Pons no se apart¨® ni un ¨¢pice del ritual establecido para la sesi¨®n de control de los mi¨¦rcoles. No permiti¨® que cada pregunta con su respuesta excediera de los cinco minutos reglamentarios y tuvo que cortar la palabra al presidente del Gobierno en su ¨²ltima intervenci¨®n.

Felipe Gonz¨¢lez abandon¨® el hemiciclo nada m¨¢s acabar su turno despu¨¦s de haber sido arropado por dos veces con cerrados aplausos de los diputados de su grupo. Se le hab¨ªan formulado 13 preguntas, cinco de su propio grupo, pero el d¨ªa anterior ya todos sab¨ªan que s¨®lo iba a responder a tres, y todas de la oposici¨®n.

Sin duda, el calado pol¨ªtico de la sesi¨®n de ayer hubiera sido otro si Gonz¨¢lez hubiera respondido a algunas de las preguntas formuladas por el PP, referidas a la reinserci¨®n y a los sobresueldos a altos funcionarios procedentes de los fondos reservados, como posible fuente de corrupci¨®n.

Portavoces gubernamentales tan s¨®lo han justificado la negativa de Gonz¨¢lez a responder ayer a cuestiones de reinserci¨®n de etarras cuando una hora antes de que compareciera se encontraban reunidos en el Congreso los miembros de los partidos integrantes del Pacto de Madrid contra el terrorismo convocados por el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch.

A las preguntas no contestadas hizo alusi¨®n el representante del PP, Mariano Rajoy. Este diputado comenz¨® su intervenci¨®n lamentando que Gonz¨¢lez "se negara a contestar otras preguntas". "En cualquier caso, espero que cree un precedente y que todos los mi¨¦rcoles se someta a la sesi¨®n de control, como es normal, y yo creo que incluso obligado, en un sistema parlamentario". En los pasillos, Rajoy, en el tono moderado que le caracteriza, recomendaba a Gonz¨¢lez que asistiera con frecuencia "porque ya ha visto que no le pasa nada".

Tras la sesi¨®n de control, el coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, calific¨® de "truco de magia y chistera" la comparecencia. "Es un montaje esc¨¦nico, pero en el fondo, nada".