Ruina y desesperanza de los Panero
Ricardo Franco sigue en 'Despu¨¦s de tantos a?os' la historia contada en 'El desencanto'
"La memoria es lo m¨¢s cruel que hay en el mundo" dice Michi Panero al inicio del filme Despu¨¦s de tantos a?os, que, dirigido por Ricardo Franco, se present¨® ayer en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. Han pasado 20 a?os desde aquella ins¨®lita y cruel disecci¨®n de la familia espa?ola que Jaime Ch¨¢varri narr¨® en El desencanto, en tomo a la viuda y los tres hijos del poeta oficial del franquismo, Leopoldo Panero. Hoy, desaparecida ya la madre, Ricardo Franco ha reflejado el olvido, la ruina y la desesperanza que el paso del tiempo ha causado en estos tres hermanos con trayectorias vitales muy distintas.
Cuenta Ricardo Franco que fue una noche de copas cuando su amigo Michi Panero, el m¨¢s peque?o de los hermanos, le propuso realizar la segunda parte de El desencanto. ?l se lo propuso primero a Ch¨¢varri y, ante la negativa de ¨¦ste, decidi¨® arriesgarse en la historia. "No es la segunda parte de El desencanto", dijo ayer Franco, "ni una pel¨ªcula sobre la familia Panero, que ya no existe, sino la historia de tres hombres de mi generaci¨®n, la historia de mi generaci¨®n". Franco inici¨® el rodaje sin gui¨®n previo y s¨®lo algunas ideas generales, sobre su generaci¨®n, la muerte, la soledad y el sufrimiento. "Lo m¨¢s dif¨ªcil era encontrar un hilo argumental", se?ala Franco, que reconoce que ya con 40 horas grabadas y ocho meses de trabajo de montaje estuvo a punto de abandonar el proyecto, desesperado.Con condiciones
Una de las condiciones que puso a los hermanos fue que no estuvieran juntos. En la actualidad, Juan Luis, el mayor y m¨¢s alejado de los hermanos, vive en el Ampurd¨¢n; Leopoldo Mar¨ªa, el poeta, se encuentra internado en un manicomio de Mondrag¨®n (Guip¨²zcoa), y Michi, aquejado de polioneurosis debido al alcohol y casi paral¨ªtico, sobrevive en Madrid como colaborador de prensa. "Los tres son unos quejicas, unos mentirosos y unos excelentes actores; los personajes que ellos han creado como defensa frente a los dem¨¢s han acabado por devorarles. Se interpretan a s¨ª mismos y la ¨²nica manera de que estuvieran m¨¢s aut¨¦nticos era que estuvieran solos ante la c¨¢mara", se?ala Franco.
El director se ha enfrentado al filme como si de un espectador se tratara. "He buscado la capacidad de emoci¨®n que busca el espectador. Como me daba mucho miedo hacer una pel¨ªcula aburrida, he realizado lo que de verdad me hubiera gustado a m¨ª ver a la hora de sentarme en una sala de cine. Me lo he planteado como si fuera una pel¨ªcula de ficci¨®n, no un documental. He buscado la pasi¨®n, la ternura y el tratar de entender a estos marcianos sin poner en ello ninguna autoridad moral. Yo no soy qui¨¦n para juzgarles", explica Franco.
El optimismo del cineasta se ha enfrentado al pesimismo o a la imagen agobiante que quieren ofrecer los hermanos Panero de su vida. "Yo soy optimista porque soy profundamente pesimista, porque siempre pienso que me pod¨ªa ir peor de lo que me va. La premisa m¨¢s importante que quiero transmitir es que la vida es hermosa porque no hay otra, pero con esta pel¨ªcula he aprendido que la voluntad interviene muy poco en el car¨¢cter y la forma vital de las personas", se?ala Franco.
La cara opuesta a la imagen del cineasta la ofrec¨ªa ayer el rostro demacrado y envejecido de Michi Panero. Acaba de cumplir 43 a?os y apenas puede andar, pero no ha perdido ni el sentido del humor ni se ha dejado en casa la lengua viperina. Le acompa?a un hijastro, del que se siente orgulloso y al que presenta como su hijo. "He hecho muy pocas cosas bien en mi vida, pero hay que saber asumir los fracasos m¨¢s que los ¨¦xitos. No me considero un fracasado, sino un superviviente, como todos los de mi generaci¨®n", se?ala Michi, quien reconoce que la vida le ha hecho cambiar mucho.
Un hortera y un pesado
Cuenta pestes de su hermano mayor Juan Luis -"es un hortera que se ha casado con una que es farmac¨¦utica, enana y catalana, es como leer el Hola, y adem¨¢s, en la pel¨ªcula es el que peor lo hace, es como si hubieran contratado a un extra"-, pero en cambio dice querer a Leopoldo es el poeta maldito por excelencia, le quiero porque es un desvalido, pero es el loco m¨¢s pesado que he conocido en mi vida"-.
Michi se revuelve cuando se le pregunta por qu¨¦ ten¨ªa obsesi¨®n por su madre, Felicidad Blanc, muerta en 1990 tras 10 a?os de enfermedad. "?C¨®mo no la voy a tener? Me qued¨¦ hu¨¦rfano de padre con 10 a?os y ella era lo ¨²nico que yo ten¨ªa, la que me despertaba por las ma?anas para ir a trabajar, la que me hac¨ªa la comida, la que se acordaba de mis cumplea?os. Su enfermedad fue muy larga y dolorosa. ?Con qui¨¦n. voy a tener yo el complejo de Edipo? ?Con mi portero, Gabino, que adem¨¢s es horroroso?".
Hoy se espera en San Sebasti¨¢n la llegada de Leopoldo Panero. No pudo venir a la proyecci¨®n oficial, porque cumpl¨ªa castigo, no se sabe bien por qu¨¦, en el sanatorio. "Me han dicho que viene", dijo ayer Michi, "hay alerta roja en todo Donosti".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.