Un franc¨¦s de 22 a?os defraud¨® 17.500 millones con tarjetas telef¨®nicas en EE UU

El franc¨¦s Max Louarn, de 22 a?os de edad, residente en Mallorca, se ha confesado culpable ante un tribunal norteamericano de un gigantesco fraude telef¨®nico internacional que supera los 140 millones de d¨®lares (17.500 millones de pesetas). Louarn dirig¨ªa una banda de piratas inform¨¢ticos con ramificaciones en EE UU, Gran Breta?a y Espa?a. El negocio era robar n¨²meros de tarjetas telef¨®nicas de cr¨¦dito en EE UU -a veces a partir de c¨®mplices que trabajaban en las grandes compa?¨ªas de telecomunicaci¨®n- y venderlos en Europa.

Las autoridades del Tribunal de Alexandria (cerca de Washington) en el que Max Louarn se declar¨® culpable de conspiraci¨®n y fraude telef¨®nico creen que el grupo, que lleg¨® a apropiarse ilegalmente de 140.000 n¨²meros de tarjetas de cr¨¦dito, organiz¨® uno de los m¨¢s amplios y complejos montajes tecnol¨®gicos registrados hasta ahora para estafar a compa?¨ªas de tel¨¦fonos.The Washington Post cita a David Adams, portavoz del Servicio Secreto del Departamento del Tesoro, para calificar a Max Louarn como "la figura principal de la organizaci¨®n en Europa". Cuando reciba la sentencia, el pr¨®ximo 20 de enero, su condena podr¨ªa llegar hasta un m¨¢ximo de 10 a?os de c¨¢rcel y una multa de 250.000 d¨®lares (31 millones de pesetas).

El Servicio Secreto, que le detuvo hace un mes, grab¨® una conversaci¨®n con otros miembros del grupo en la que Max Louarn aseguraba estar ganando 18.000 d¨®lares al mes con el montaje.

Louarn confes¨® en su declaraci¨®n los nombres de sus principales socios en EE UU, tan j¨®venes como ¨¦l y tambi¨¦n expertos en inform¨¢tica. Eran los norteamericanos Andy Gaspard, de 23 a?os, y Omar Flatekval, de 20 que ha sido arrestado en el Reino Unido, informa Efe. El franc¨¦s acept¨® haber participado en la conspiraci¨®n para robar cerca de 100.000 c¨®digos sustra¨ªdos entre 1992 y 1994 de una instalaci¨®n de MCI Telecommunications, la segunda compa?¨ªa telef¨®nica de larga distancia de EE UU por detr¨¢s de AT&T.

La tarea consist¨ªa en introducirse en los programas y memorias de las compa?¨ªas telef¨®nicas para a partir de ah¨ª apoderarse de los n¨²meros de las tarjetas de cr¨¦dito. Cada uno de estos n¨²meros era despu¨¦s vendido y utilizado por una media de, 20 personas que hac¨ªan llamadas internacionales desde Europa. El importe se cargaba en las tarjetas de cr¨¦dito cuyo n¨²mero hab¨ªa sido robado.

La edad de Max Louarn puede parecer exageradamente temprana. Pero, el joven mallorqu¨ªn se justa perfectamente a la media de edad de los piratas inform¨¢ticos: los asistentes a la Conferencia de Piratas Inform¨¢ticos del Planeta Tierra celebrada en Nueva York el 13 y 14 de agosto de este a?o.

En el Hotel Pennsylvania de la calle 34, una de las m¨¢ximas atracciones entre ponencia y ponencia era un v¨ªdeo en el que se recog¨ªa la historia y las t¨¦cnicas del phone phreaking, esto es hacer llamadas telef¨®nicas gratis a trav¨¦s de los diversos procedimientos que permite el manejo de la inform¨¢tica

Robar un n¨²mero de tarjeta telef¨®nica de cr¨¦dito es f¨¢cil: basta con asomarse por encima del hombro de la persona que la est¨¢ utilizando en la cabina de al lado, o recurrir a alg¨²n sistema m¨¢s sofisticado, como prism¨¢ticos, si el usuario esta aislado y trata de proteger su intimidad. Pero montar un negocio de las proporciones del que dirig¨ªa Max Louarn, un negocio de 140 millones de d¨®lares, exige sin duda organizarse bien.