Cuatro grupos delictivos expolian el patrimonio hist¨®rico de Espa?a
Cuatro grupos organizados se dedican sistem¨¢ticamente al expolio de joyas del patrimonio hist¨®rico espa?ol, que sustraen de iglesias, ermitas rurales, yacimientos arqueol¨®gicos y casas solariegas, generalmente mal vigilados y con nulas medidas de seguridad. En Espa?a se han denunciado, en lo que va de a?o, 55 robos de obras de arte, la mayor¨ªa objetos religiosos, en los que los ladrones se han llevado 176 piezas, seg¨²n datos del grupo H de Protecci¨®n del Patrimonio Hist¨®rico, del Servicio Central de Polic¨ªa Judicial.
Uno de los asaltos m¨¢s importantes de 1994 fue el perpetrado en junio en el Monasterio de Poblet (Tarragona), donde los ladrones se apoderaron de toda la colecci¨®n bibliogr¨¢fica Pedro Antonio de Alarc¨®n, libros de los siglos XVI y XVII de valor incalculable. Los ladrones aprovecharon un descuido de los frailes para introducir un veh¨ªculo en el monasterio y llevarse todo lo que pudieron.A finales del a?o pasado tambi¨¦n se produjo un robo importante en Arcenillas (Zarnora), donde fueron sustra¨ªdas 20 piezas de un retablo al ¨®leo sobre tabla de Fernando Gallego. Procedimiento: un palanquetazo.
Estos grupos delictivos "de etnia no paya" son de formaci¨®n variable, se intercambian en ocasiones sus miembros y no son completamente estables. Suelen tener su cuartel general en Madrid, aunque no tienen ning¨²n problema de movilidad laboral.
Antes de iniciar cualquier trabajo, mandan ojeadores por los pueblos para localizar iglesias abandonadas o poco vigiladas que conserven alg¨²n buen retablo, lienzos o joyas eucar¨ªsticas. Luego, sencillamente dan la patado o meten la palanqueta. Es lo que hicieron en Gallegos del Pan (Zamora), donde arrancaron un retablo policromado del siglo XVIII, obra de Los Tom¨¦.
La mayor¨ªa de estas obras, cuyos robos en ocasiones no se denuncian, se quedan en Espa?a y otras muchas salen del pa¨ªs por los canales azules (pasos francos) fronterizos, ya que el arte religioso espa?ol es muy valorado en Europa. Estas organizaciones delictivas son especialistas en todo tipo de obras y los mercadillos son sus puntos de: ventas habituales, donde se puede pasar un capitel visig¨®tico del siglo VI sin problemas.
Tambi¨¦n tienen clientes habituales, que suelen colocar las obras en sus casas en rincones discretos. "Normalmente pasan muchos a?os desde que una obra se roba hasta que se recupera, ya que nunca salen de una casa y generalmente s¨®lo se les ocurre vender la pieza a sus herederos, que desconocen que el cuadro colgado en el sal¨®n es robado", afirma Lorenzo Montero, inspector jefe del grupo II de Protecci¨®n del Patrimonio Hist¨®rico. Este hecho dificulta enormemente la localizaci¨®n de obras. Prueba de ello es que hace s¨®lo unos d¨ªas se recuperaron en Alicante obras de arte hind¨² robadas en 1967 en la sala Christie's de Londres.
El valor de las obras robadas es dif¨ªcilmente calculable. Montero pone como ejemplo de la dificultad de tasaci¨®n el tesoro de Valdeobispo, recuperado casualmente en mayo pasado en C¨¢ceres: varias joyas de oro del 1900 antes de cristo, un conjunto de m¨¢s de dos kilos de peso, con incisiones preciosistas, que fue declarado bien de inter¨¦s art¨ªstico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.