?ngel debe hacer la "mili" dos veces
Exhorto a un joven licenciado en 1985 a que se presente en un asilo de Albacete
El juez examin¨® la documentaci¨®n, un papel tras otro. "No entiendo c¨®mo se ha llegado a esta situaci¨®n. No puede ser", fue su conclusi¨®n. El titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 11 de Madrid ten¨ªa orden de tomar declaraci¨®n a ?ngel A. Molin¨ª Fern¨¢ndez, mayor de edad (30 a?os).Un juzgado de Albacete hab¨ªa trasladado al de Madrid un exhorto para continuar las diligencias abiertas contra ?ngel por no haberse incorporado al Hogar de la Tercera Edad II de la capital manchega el 26 de mayo de 1993 y cumplir all¨ª el servicio social sustitutorio.
"Recib¨ª el telegrama de comparecencia el mismo d¨ªa que se sorteaba a los quintos, ?qu¨¦ casualidad!", dice.
El inculpado compareci¨® ante el juzgado el 16 de noviembre y all¨ª declar¨® lo que estaba harto de decir desde hac¨ªa tiempo: que ¨¦l hab¨ªa hecho la mili y no ten¨ªa por qu¨¦ prestar ning¨²n servicio social sustitorio.
?ngel A. Molin¨ª se gana la vida como fot¨®grafo free-lance. Lleva pegado a su- bolsillo un busca para recoger los encargos que surgen. Su vinculaci¨®n con el mundo, de la fotograf¨ªa le viene de lejos. Antes, incluso, de ofrecerse a realizar el servicio militar voluntario, opci¨®n que tom¨® para poder elegir destino.
"Estuve los tres meses de instrucci¨®n en M¨®stoles (Madrid) y los 16 meses restantes en el Cuartel General del Ej¨¦rcito de Tierra".
Los conocimientos de ?ngel le permitieron colocarse en la secci¨®n audiovisual de la Direcci¨®n General de Relaciones Informativas y Sociales de la Defensa (DRISDE). Los 16 meses, de estancia en este negociado "fueron un tiempo perdido para mi formaci¨®n y para el propio Ej¨¦rcito, ya que estuve todo el tiempo pr¨¢cticamente ocioso".
Sin embargo, su c¨¢mara fotogr¨¢fica no descans¨®. A escondidas, ?ngel la puso a funcionar para dejar constancia del mundo cotidiano en el que se mueve la tropa.
"Los militares son gente muy curiosa. No entiendes nada. No entiendes el servicio militar. No sabes para qu¨¦ sirve y encima tu integridad f¨ªsica corre peligro. Ves deambular a gente con galones, practicar malos tratos. En la mili pierdes tu condici¨®n de ciudadano y dejas de tener los derechos que le asisten a cualquier espa?ol; la indefensi¨®n que padeces es total", comenta.
Para entonces ya hab¨ªa ca¨ªdo en una agencia de prensa gr¨¢fica. Reuni¨® las fotos y prepar¨® con ellas un paquete explosivo, La vida de los soldados, que se public¨® en diarios, semanarios, cadenas de televisi¨®n. El impacto de las im¨¢genes de los soldados humillados por las novadatas, vejados por sus superiores, la indigencia de la tropa, trascendi¨® el inter¨¦s local y contin¨²an exhibi¨¦ndose por salas de exposici¨®n europeas.
Para entonces ?ngel ya se hab¨ªa licenciado (1985), pero su experiencia en los cuarteles le marc¨® tan desfavorablemente que decidi¨®, con otros compa?eros, fundar la Oficina del Defensor del Soldado y hacerse objetor de conciencia. Esta condici¨®n le fue reconocida por el Consejo Nacional de Objeci¨®n de Conciencia, dependiente del Ministerio de Justicia, el 19 de junio de 1991. Pues bien, el 31 de marzo del a?o pasado recibi¨® una notificaci¨®n seg¨²n la cual deb¨ªa incorporarse a realizar la prestaci¨®n social sustitutoria en un asilo de Albacete.
?Qu¨¦ locura!", pens¨®. Pocos d¨ªas despu¨¦s present¨® un recurso de alzada pidiendo la nulidad de pleno derecho de esa orden. Tambi¨¦n devolv¨ªa un cheque de 3.959 pesetas que le hab¨ªan enviado para gastos de desplazamiento y dem¨¢s.
De nada le ha servido. A estas fechas no le han contestado al recurso. La ¨²nica respuesta ha sido el exhorto de un juez para tomarle declaraci¨®n por no acudir al asilo de Albacete.
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