El enigma norcoreano

Corea del Norte no deja de sorprender. El ¨²ltimo r¨¦gimen estalinista del planeta presenta la originalidad de ser un sistema totalitario sin dirigente supremo, desde la muerte, hace siete meses, de Kim Il Sung. ( ... ) En el curso de estos ¨²ltimos meses, la Rep¨²blica Popular Democr¨¢tica de Corea se ha dedicado a dar prueba! de su buena voluntad -congelaci¨®n de su programa nuclear-, con el fin de obtener ese don que el r¨¦gimen necesita imperiosamente para sobrevivir: la ayuda extranjera y recursos en energ¨ªa, esperados como un bal¨®n de ox¨ªgeno por un pa¨ªs econ¨®micamente en quiebra y en el que reina la penuria alimentaria. ( ... ) Parece como si el pa¨ªs estuviera dirigido por un equipo coherente, bien cimentado y que ha demostrado su dominio del juego en las negociaciones con EE UU. La imagen del r¨¦gimen sigue, sin embargo, hipotecada por el "enigma" Kim Jong Il. El hijo y heredero titular del Gran Dirigente desaparecido, Kim Il Sung, est¨¢ siempre en la sombra. Su sola "prestaci¨®n" p¨²blica, en forma de una foto recibiendo las flores de un soldado en A?o Nuevo, no puede ser interpretada como la entronizaci¨®n esperada a la cabeza del Partido de los Trabajadores y del Estado. Los observadores, empezando por el embajador americano en Se¨²l, piensan, no obstante, que bajo su b¨¢culo Pyongyang avanza por la v¨ªa trazada por los acuerdos con Washington. ( ... ) Pero ( ... ) ?hasta qu¨¦ punto puede abrir el pa¨ªs sin condenar al r¨¦gimen?13 de enero