Un velero, de laboratorio
El 'Rioja de Espa?a' podr¨¢ incorporar innovaciones incluso despu¨¦s de comenzar la Copa del Am¨¦rica
"Estamos trabajando en el pico de la tecnolog¨ªa, tratando de hacer lo que todav¨ªa no se ha hecho". Javier Pamies, coordinador t¨¦cnico del dise?o del Rioja de Espa?a, plantea en estos t¨¦rminos el prop¨®sito que ha impulsado la concepci¨®n y construcci¨®n del velero que est¨¢ compitiendo en las regatas clasificatorias para la Copa del Am¨¦rica. No pod¨ªa ser de otra manera, porque esta prueba se plantea como el escaparate m¨¢ximo de la tecnolog¨ªa naval de los pa¨ªses participantes.La investigaci¨®n m¨¢s novedosa hace referencia a las velas, que Pami¨¦s define como "el aut¨¦ntico motor del barco". Hasta ahora se hab¨ªa estudiado mediante simulaciones de ordenador c¨®mo el viento actuaba sobre ellas consider¨¢ndolas individualmente, de una en una. Pero el grupo t¨¦cnico de Copa Am¨¦rica'95 Desaf¨ªo Espa?ol (CADE) ha investigado c¨®mo act¨²a en conjunto sobre las dos velas (la mayor y la g¨¦nova) que impulsan la nave durante la ce?ida (navegaci¨®n contra el viento). Se trata de una investigaci¨®n del m¨¢ximo inter¨¦s porque las regatas de la Copa del Am¨¦rica constan s¨®lo de tres empopadas (viento a favor) y tres ce?idas. Nunca se navega con viento de trav¨¦s (costado).
Con la ayuda del Centro Internacional de M¨¦todos Num¨¦ricos en Ingenier¨ªa, de Barcelona, y trabajando con el superordenador Cray del Centro de Supercomputaci¨®n de Catalu?a (con una potencia de c¨¢lculo de 1.000 millones de operaciones por segundo) se simul¨® c¨®mo aprovechaban el viento dos configuraciones distintas de mayor y g¨¦nova (estas velas han de sumar en total unos 320 metros cuadrados, pero el reparto de esa superficie no es fijo) sometidas a tres velocidades de viento y diversos ¨¢ngulos de incidencia de ¨¦ste. Estudiar las distintas velocidades se consider¨® importante porque los vientos suelen ser en enero, en San Diego, de 8 o 9 nudos, mientras que a medida que avanza el invierno alcanzan los 12 o 14.
La riqueza de los datos obtenidos es amplia, pero, en esencia, han permitido comprobar y cuantificar que con vientos flojos conviene aumentar la superficie de la g¨¦nova en detrimento de la mayor, y a la inversa a medida que la intensidad del viento aumenta. Las cifras obtenidas aconsejaron estudiar la posibilidad de modificar la posici¨®n del m¨¢stil hasta un metro para adaptarse a los cambios del tama?o de las velas, que cab¨ªa hacer en funci¨®n de las condiciones meteorol¨®gicas.
Finalmente, explica Pami¨¦s, se ha descartado de momento introducir la novedad del m¨¢stil m¨®vil porque la modificaci¨®n de la superficie de las velas no puede superar el 10%, seg¨²n el reglamento de este a?o.
Una segunda l¨ªnea de investigaci¨®n que ha llevado a resultados notables es la referente a estructuras. Jugando con materiales, pero sobre todo con "dise?o e ingenio", en palabras de Pami¨¦s, se ha reducido en un tercio el peso del conjunto casco-estructura del Rioja de Espa?a con respecto al velero que compiti¨® en la Copa del Am¨¦rica en 1992, la primera vez que particip¨® nuestro pa¨ªs. "Estamos en las dos toneladas escasas en lugar de las tres de 1992", precisa. "Cuando se sube al barco parece que est¨¦ vac¨ªo", agrega. La simplificaci¨®n de la estructura tiene una consecuencia inmediata de orden pr¨¢ctico: facilita los movimientos del topo en su labor de recoger y preparar las velas bajo cubierta.
Pero, adem¨¢s, aporta un beneficio para la navegabilidad del velero: el peso que se quita del casco se puede colocar bajo la l¨ªnea de flotaci¨®n. La quilla pesa "del orden de las 20 toneladas" del total de 23 a 24 del conjunto del barco. Este desplazamiento del peso permite, como en un tentetieso, hacer m¨¢s estable el barco, con su m¨¢stil de 34 metros (una altura equivalente a un edificio de 11 pisos) y sus enormes velas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.