Garz¨®n procesa a Vera por financiar a los GAL

Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad recibi¨® ayer un duro mazazo por parte del juez Baltasar Garz¨®n, quien le ha privado de toda esperanza de una pr¨®xima salida de la c¨¢rc¨¦l. El magistrado le procesa, entre otros delitos, por financiar a los GAL con fondos de Interior. Las penas a que podr¨ªa ser condenado suman 105 a?os, por lo que, razona el juez, cualquier modificaci¨®n de su prisi¨®n preventiva "es inviable". Garz¨®n notific¨® el auto de procesamiento a los 14 inculpados en el caso GAL, a los que impone fianzas por 1.440 millones. Aunque se le acusa de fundar la "banda armada% Ricardo Garc¨ªa Damborenea sali¨® en libertad tras depositar 25 millones. Juan de Justo sali¨® de prisi¨®n despu¨¦s de que el PSOE abonara su fianza, tambi¨¦n de 25 millones.

El extenso auto de Garz¨®n -75 folios- es contundente al calificar a los GAL de "banda armada" y al se?alar a dos pol¨ªticos, Julian Sancrist¨®bal y Ricardo Garcia Damborenea, y a dos mandos antiterroristas, Francisco ?lvarez y Miguel Planchuelo, como sus "fundadores" en 1983. Los cuatro habr¨ªan dado este paso para combatir a ETA "con sus mismas armas" y "con el respaldo de alg¨²n responsable del Ministerio del Interior". Los ex polic¨ªas Jos¨¦ Amedo y Michel Dom¨ªnguez tambi¨¦n son procesados, entre otros delitos, por pertenencia a banda armada.El juez, que se basa fundamentalmente en el testimonio de Amedo y Dom¨ªnguez -condenados en 1991 a 108 a?os de c¨¢rcel-, detalla con particular minuciosidad las imputaciones a Vera, al que mantiene en la c¨¢rcel, en tanto que pondera la "intensa y activa" colaboraci¨®n de los agentes arrepentidos.

Los GAL nacen, seg¨²n la resoluci¨®n dictada ayer por Garz¨®n, en septiembre de 1983, en Bilbao, cuando una serie de personas deciden organizar "una estructura capaz de responder a la muy intensa actividad de la organizaci¨®n terrorista ETA militar 'con sus mismas armas' (asesinatos, detenciones ilegales, etc¨¦tera), todo ello al margen de los medios legales y leg¨ªtimos del Estado". "Se tratar¨ªa, por tanto" prosigue Garz¨®n, "de una organizaci¨®n contraterrorista que utilizar¨ªa id¨¦nticos m¨¦todos ilegales que aqu¨¦lla y preparar¨ªa la ejecuci¨®n de actos delictivos contra la misma".

En la gestaci¨®n de esta organizaci¨®n, que posteriormente recibir¨¢ el nombre de Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n, participan presuntamente Juli¨¢n Sancrist¨®bal, entonces gobernador civil de Vizcaya; Ricardo Garc¨ªa Damborenea, secretario provincial del PSOE; Francisco Alvarez, jefe superior de Polic¨ªa de Bilbao, y Miguel Planchuelo, jefe de la Brigada de Informaci¨®n en la capital vizcaina, que act¨²an "respaldados y autorizados por alg¨²n responsable del Ministerio del Interior". De este departamento, seg¨²n Garz¨®n, "salieron los fondos para financiar las actividades contraterroristas del grupo". Posteriormente se integraron Amedo y Dom¨ªnguez. Los seis son procesados por pertenencia banda armada.

El sistema de financiaci¨®n de los GAL se bas¨® exclusivamente, seg¨²n Garz¨®n, en la utilizaci¨®n y desviaci¨®n de fondos p¨²blicos de Interior. Unas veces, dice, se trata de fondos reservados, cuya gesti¨®n corresponde al entonces director de la Seguridad del Estado, Rafael Vera; otras veces proceden de las sumas asignadas al Gobierno Civil o a la Jefatura de Polic¨ªa de Bilbao, y otras se emplea dinero el presupuesto ordinario, justificando los gatos como generados por la propia actividad policial.Garz¨®n atribuye a Vera la financiaci¨®n de la primera acci¨®n de los GAL, el secuestro de Segundo Marey, a quien los mercenarios contratados por Amedo confunden con el etarra Mikel Lujua Gorostiola. Seg¨²n el magistrado, antes de llevar a cabo el secuestro, Sancrist¨®bal "exhibe un mill¨®n de francos franceses que hab¨ªan recogido en el Ministerio del Interior". "La procedencia de dicha cantidad necesariamente est¨¢, asegura Garz¨®n, en los fondos reservados que a la saz¨®n administraba y distribu¨ªa Rafael Vera y que debieron ser entregados por ¨¦ste, aunque no consta de momento la forma en que lo hizo y, en especial, el origen de las divisas".El juez imputa a Vera un delito de malversaci¨®n y otro de cooperador necesario en la detenci¨®n ilegal de Marey; otro de malversaci¨®n continuada por los pagos mensuales de entre 450.000 y 600.000 pesetas a las mujeres de Amedo y Dom¨ªnguez mientras ¨¦stos estaban en prisi¨®n y por el coste (905.000 pesetas) de dos intervenciones quir¨²rgicas realizadas a las citadas, y otro delito m¨¢s de malversaci¨®n continuada por los pagos fraccionados -un total de 200 millones a cada uno de los ex polic¨ªas- Por estos ¨²ltimos pagos, realizados en Suiza, tambi¨¦n le procesa por cuatro delitos monetarios, al haber exportado divisas.Con las partidas pagadas a Amedo y Dom¨ªnguez, Vera, seg¨²n el auto de procesamiento, pretend¨ªa conseguir "el silencio de los dos imputados [Amedo y Dom¨ªnguez] para que no implicaran a otras personas en los hechos" y "pagarles los servicios prestados, so pretexto de que actuaron bajo el manto y con la justificaci¨®n de la raz¨®n de Estado".

El juez considera "inviable". cualquier modificaci¨®n en la situaci¨®n de Vera, "al mantenerse el mismo estado de cosas que cuando se acord¨® su prisi¨®n y, adem¨¢s, haberse ampliado el n¨²mero de indicios contra ¨¦l". Vera es, precisamente, el ¨²nico procesado del que el magistrado detalla las posibles condenas que podr¨ªan corresponderle por cada delito que le imputa: en total m¨¢s de 105 a?os de c¨¢rcel.

En contraste con la severidad desplegada contra Vera, el instructor pondera la actitud de los ex polic¨ªas arrepentidos Amedo y Dom¨ªnguez, que a su entender "han demostrado su arrepentimiento activo colaborando intensa y activamente con la Administraci¨®n de Justicia".Seg¨²n la resoluci¨®n judicial, cuando sus superiores encomiendan a Amedo que gestione los primeros contactos con polic¨ªas franceses para que presten el apoyo necesario a los GAL, el polic¨ªa "no conoce en ese momento la verdadera finalidad de las gestiones encomendadas".Seg¨²n el auto de Garz¨®n, gracias a Amedo se consigui¨® evitar el asesinato de Marey, al que Amedo "se opuso en¨¦rgicamente amenazando con contarlo todo". En una reuni¨®n entre Sancrist¨®bal, Planchuelo, ?lvarez y Amedo, el primero inform¨® que tanto ¨¦l como Damborenea hab¨ªan decidido "acabar con la vida de Segundo Marey, enterr¨¢ndolo en cal viva, para lo cual ya hab¨ªan encargado comprar esa sustancia para echarla en el lugar donde lo sepultar¨ªan tras ¨ªnatarlo". Garz¨®n se?ala que "ante la frontal oposici¨®n" de Amedo, Sancrist¨®bal y Damborenea decidieron finalmente liberar al detenido.