El Racing sobrevive con coraje
Los c¨¢ntabros superan a un Tenerife demasiado conservador
El Racing tuvo que sufrir lo suyo para no quedarse descolgado en la lucha por la huida general de los dos puestos de promoci¨®n. Todo se fragu¨® en los ¨²ltimos minutos del primer tiempo y primeros de la segunda mitad. Antes del descanso el ¨¢rbitro debi¨® expulsar a Ojeda por agresi¨®n a Merino. En ese periodo el Racing empat¨® en una de sus contadas jugadas de gol. Pasado el intermedio los c¨¢ntabros salieron a llevarse por delante al rival y lo consiguieron, gracias a un discutible penalti. Sin embargo, los c¨¢ntabros se hicieron acreedores al triunfo por garra.
En El Sardinero estaba, seg¨²n se dijo por la megafon¨ªa y se escribi¨® en el marcador electr¨®nico, "prohibido desanimar". Sin embargo, desde los primeros minutos el Tenerife se encarg¨® de desanimar y desconcertar al Racing y a su parroquia. Jugando sin central, con dos laterales que iban al ataque f¨¢cilmente, Llorente y Paqui, con G¨®mez y Mata de centrales y sin hombre libre. Con Chano y Conte de extremos retrasados, con Castillo y Del Solar de creadores y en punta Pizzi y Latorre, los tinerfe?os ganaron la: partida en la pizarra y en el rect¨¢ngulo de juego.
A pesar del 1-1 del descanso el Tenerife, adelantando l¨ªneas y moviendo el bal¨®n con t¨¦cnica, soltura y destreza, tuvo en sus manos al Racing. El problema isle?o fue que los hombres de Cantatore se conformaron con un gol, el espectacular tanto de Latorre. La l¨ªnea media tinerfe?a siempre estaba por delante de la racinguista y adem¨¢s dominaba con tanta t¨¦cnica que llegaba a marear a sus rivales y a darles un repaso futbol¨ªstico considerable. Todo ello provoc¨® que el Racing volviera al f¨²tbol m¨¢s rural, que consiste en buscar el gol enviando el bal¨®n a la olla.
Todo cambi¨® en la segunda mitad. El Racing acorral¨® al contrario, y as¨ª llegaron las oportunidades, primero, y la victoria, despu¨¦s.
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