Capturado el secuestrador de un "jumbo" que exig¨ªa en Jap¨®n la libertad del 'guru' de La Verdad Suprema
Tras 16 horas de infructuosas negociaciones con las autoridades japonesas el joven que se apoder¨® ayer de un Boeing 747 de la compa?¨ªa a¨¦rea All Nipon Airways (ANA), con 350 pasajeros y 15 miembros de la tripulaci¨®n a bordo, fue desarmado por la polic¨ªa. S¨®lo una mujer sufri¨® heridas leves en la intervenci¨®n de los agentes. Hasta entonces, el secuestrador no hab¨ªa cedido ni un ¨¢pice en su demanda: la liberaci¨®n de Shoko Asahara, el guru de la secta de La Verdad Suprema, detenido por el atentado con gas sar¨ªn en el metro de Toldo. Armado con un punz¨®n para romper hielo, exig¨ªa que el jumbo abandonase inmediatamente el aeropuerto de Hakodate, a 800 kil¨®metros al norte de la capital japonesa, donde estaba estacionado.
El vuelo 857 de ANA hab¨ªa partido del aeropuerto de Tokio-Haneda poco antes del mediod¨ªa de ayer (las cinco de la madrugada en Espa?a) con destino a la norte?a isla de Hokkaido. La mayor¨ªa de los pasajeros eran turistas de la tercera edad procedentes de provincias del sur del archipi¨¦lago, aunque tambi¨¦n hab¨ªa 12 ni?os, entre ellos siete menores de tres a?os. A bordo del aparato.se hallaban 11 pasajeros de nacionalidad no japonesa, entre ellos tres finlandeses, y un franc¨¦s. El finland¨¦s Heikko Martikainen, considerado el Pap¨¢ Noel oficial en su pa¨ªs, cuyos intereses tur¨ªsticos representa, tambi¨¦n viajaba en el jumbo.Media hora despu¨¦s de comenzar el trayecto, el capit¨¢n del avi¨®n envi¨® un mensaje a la torre de con trol para informar que un pasajero, armado con un punz¨®n para romper hielo, hab¨ªa amenazado a una azafata. Una hora y cuarto despu¨¦s de despegar, el avi¨®n realizaba un aterrizaje forzoso en Hakodate. El agresor era un hombre joven vestido con camiseta, va queros y calzado deportivo- que dijo llamarse Saburo Kobayashi y ser un seguidor de La Verdad Suprema. "Suelten al maestro [Shoko Asahara]", fue su primera exigencia tras apoderarse del apara to, seg¨²n inform¨® el piloto.
Poco despu¨¦s, fuentes de la secta de La Verdad Suprema, acusada del atentado con gas sar¨ªn contra el metro de Tokio del pasado 20 de marzo, afirmaban que en sus archivos no exist¨ªa ning¨²n disc¨ªpulo con semejante nombre. Algunas fuentes llegaron a asegurar que el secuestrador neg¨® en una conversaci¨®n por radio que tuviera relaci¨®n con la secta.
"Tengo un explosivo y suficientes sustancias como para hacer estallar el aparato y matar a todos los pasajeros", amenaz¨® Kobayashi por la radio de cabina, al tiempo que aseguraba que otros c¨®mplices suyos estaban distribueidos entre los pasajeros.
La confusi¨®n sobre la existencia de uno o varios secuestradores continu¨® hasta que las fuerzas de seguridad irrumpieron en el aparato. A las 3.42 horas del jueves (las 20.42 de ayer en Espa?a), cuando despuntaba el alba en el norte de, Jap¨®n, se apagaron los reflectores que iluminaban el avi¨®n y dos docenas de miembros de una unidad de ¨¦lite de la polic¨ªa japonesa se desplegaron en torno a la cabina. Otros agentes de paisano penetraron en la aeronave por una portezuela trasera.
Durante las casi 16 horas que dur¨® el secuestro, el piloto y el copiloto, encerrados a la fuerza en la cabina y completamente aislados, no pudieron transmitir ninguna informaci¨®n que no estuviera filtrada por el secuestrador. La silueta Kobayashi se apreciaba, pese a la oscuridad de la noche, a trav¨¦s de las c¨¢maras de televisi¨®n de alta sensibilidad que retransmitieron en directo el suceso al expectante pa¨ªs. Sin embargo, algunos pasajeros mantuvieron el contacto con el exterior gracias a su tel¨¦fonos m¨®viles. "Los datos que nos facilitaron fueron muy.¨²tiles", asegur¨® un portavoz del Gobierno japon¨¦s una vez finalizado el secuestro.
La operaci¨®n para reducir al ¨²nico secuestrador fue fulminante. S¨®lo uno de los rehenes, una mujer joven sufri¨® un ligera herida en un hombro, aparentemente causada por el punz¨®n que esgrim¨ªa Kobayashi, quien tambi¨¦n estaba ligeramente herido. Varias ambulancias y un autocar evacuaron a los pasajeros y a los miembros de la tripulaci¨®n. Al menos cuatro personas, visiblemente agotadas, tuvieron que ser trasladadas a un hospital.
Seg¨²n un portavoz de la l¨ªnea a¨¦rea propietaria del aparato, el secuestrador, que no llevaba ninguna bomba, maniat¨® y vend¨® los ojos al ingeniero de vuelo y a las 12 azafatas en la parte superior del jumbo, por lo que los pasajeros estuvieron desasistidos.
Seg¨²n fuentes de ANA, en el avi¨®n no hab¨ªa ning¨²n tipo de comida y apenas quedaba agua. Algunos pasajeros con problemas de salud necesitaron utilizar las mascarillas de ox¨ªgeno. El secuestrador rechaz¨® tajantemente en varias ocasiones, seg¨²n un portavoz de ANA, la demanda del piloto para que se trajeran mantas y alimentos para los viajeros.
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