Indur¨¢in, 'El Infalible', gan¨® tres segundos

Un exceso de rigor dej¨® al voluntarioso Gotti con dos maillots amarillos, uno lo guardar¨¢ en casa y el otro se lo dar¨¢ a un amigo del pueblo. El Tour vivi¨® un cambio de liderato por decisi¨®n administrativa, el dan¨¦s Riis por Gotti, compa?eros de equipo por mas senas. Los comisarios vieron un pelot¨®n fraccionado por fragmentos de un segundo que no hab¨ªa visto nadie y aplicaron el reglamento. La general sufri¨® algunos retoques, algo as¨ª como un ligero maquillaje, y qu¨¦ casualidad que Indur¨¢in sali¨® indemne de la maniobra: sin pretenderlo avanz¨® tres segundos sobre Berzin, Rominger y Z¨¹lle. ?Se han dado cuenta que Indur¨¢in suele atravesar siempre la l¨ªnea de meta entre los 15 primeros? No hay truco que valga: estamos ante un campe¨®n que no deja pasar nunca un detalle. Es Indur¨¢in "El Infalible", como ya le ha bautizado el diario LEquipe.

Indur¨¢in, "El Infalible", es quien verdaderamente controla la carrera. A falta de maniobrabilidad, lanzado como va el pelot¨®n a una media superior a los 40 kil¨®metros por hora cada jornada, no hay posibilidad de enviar hombres a la aventura. En casi una semana de carrera, apenas una escapada ha vislumbrado la posibilidad del ¨¦xito. Ese pelot¨®n que persigue a Indur¨¢in se lo come todo a su paso. Porque, naturalmente, el espa?ol ha decidido no dejar la cabeza.

El comportamiento del l¨ªder espa?ol supedita el de los dem¨¢s. Tal es el caso del ruso Berzin, pegado al culo de Indur¨¢in en compa?¨ªa de su escudero Bontempi. Tal es el caso de Rominger, atento en todo momento aunque sin obsesionarse.

"Nunca hab¨ªa visto un pelot¨®n que se comportara de esta manera", confirma Herminio D¨ªaz Zabala, el hombre designado por Manolo S¨¢iz para estudiar la situaci¨®n desde dentro. D¨ªaz Zabala es un observador riguroso, adem¨¢s de ser el ¨²nico corredor de este Tour que utiliza a diario un casco dotado de un emisor-receptor. "Los favoritos nunca suelen ir delante todo el tiempo, pero Indur¨¢in les ha obligado a ello. Eso hace que arriba haya muchos nervios y que, entre lo que hace uno y lo que hace el otro, se vaya tan deprisa". Marino Alonso conicide con D¨ªaz Zabala: "Suelo ir cerca de Indur¨¢in y veo c¨®mo le sigue Berzin a todas partes. Rominger va algo m¨¢s relajado; a veces se va para atr¨¢s y, como tiene experiencia, marcha hacia adelante cuando ve movimiento".Thomas Davy tambi¨¦n vive el Tour en cabeza. Es el fiel guardi¨¢n franc¨¦s de Indur¨¢in: "Nunca le abandono y me gusta ir con ¨¦l. Su mayor envergadura le permite ir en cabeza sin dificultad. Nos comunicamos por signos: si quiere que le adelante, me toca el culotte; si voy demasiado deprisa, me silba". Los denominados marcajes han sido objeto de comentarios. Al parecer, Berzin hac¨ªa lo propio con Rominger en el Giro, seguirle a todas partes. Indur¨¢in zanj¨® la cuesti¨®n con su particular forma de expresarse: "Mucho mejor as¨ª, que vayan todos detr¨¢s de m¨ª. Tengo una preocupaci¨®n menor. S¨®lo me queda mirar hacia adelante".Fiel a su costumbre, la jornada de ayer no escap¨® a esta rutina. Todo intento de escapada fracasaba y el gran grupo lleg¨® al completo a la recta final. Como quiera que Cipollini volvi¨® a quitarse de en medio en el sprint, buena parte del pelot¨®n perdi¨® su natural alineaci¨®n. Pero Indur¨¢in estaba donde ten¨ªa que estar y la sorprendente decisi¨®n de los colegiados no le afect¨®. Berzin. Rominger y Z¨¹lle hab¨ªan abandonado, confiados, su compa?¨ªa. La imperceptible rotura del pelot¨®n dio alimento al apetito reglamentista de los comisarios que observaron un primer grupo de siete corredores -los que realmente disputaron el sprint-, un segundo paquete de ocho -donde viajaba Indur¨¢in- y el pelot¨®n real. Decidieron que, al haber un segundo de separaci¨®n entre uno y otro, hab¨ªa que aplicar tiempos reales. Y aplicaron sentencia, favorable a Indur¨¢in en tres segundos frente a sus rivales. Un peque?o pero gran detalle de su infalibilidad.