Una atractiva oferta con Rostrop¨®vich,

No son tan lejanos los tiempos en que Juventudes Musicales de Madrid otorgaba en un a?o hasta 17 becas de mill¨®n y medio de pesetas para j¨®venes int¨¦rpretes espa?oles que- ampliaban estudios musicales en el extranjero. Incluso el comienzo de la d¨¦cada de los noventa no presagiaba nubarrones: pr¨¢cticamente 17 millones en becas' en el curso 1991-92, 15,6 millones en 1993... La racha se trunc¨® en 1994. El repliegue de los patrocinadores privados ante la inestabilidad econ¨®mica determin¨® una ca¨ªda espectacular en las ayudas. Las perspectivas no acaban, desgraciadamente, de cambiar de signo.

Isabel Falabella, presidenta de Juventudes Musicales, no oculta su estado de preocupaci¨®n, pero tampoco ha ca¨ªdo en el des¨¢nimo. Prueba de ello es el ciclo de conciertos que ha organizado entre el 9 de noviembre de este a?o y el 27 de marzo de 1996, con la sana intenci¨®n de recaudar fondos para seguir manteniendo cuantas becas sean posibles. Y as¨ª, trae a artistas con tir¨®n, como Rostrop¨®vich o Vengerov; impulsa a alguno de los m¨¢s s¨®lidos pianistas espafioles de la ¨²ltima d¨¦cada, como Rosa Torres-Pardo o Claudio Mart¨ªnez-Mehner- y mantiene ese esp¨ªritu juvenil que siempre transmiten las hermanas Labeque.

Juventudes Musicales tiene 600 o 700 socios, pero el prop¨®sito que obsesiona a Falabella es que no quede un hueco libre en la sala sinf¨®nica del Auditorio Nacional de Madrid.