Un ex edil de Sanidad alega que la salud p¨²blica no era competencia suya

Algunas v¨ªctimas del s¨ªndrome t¨®xico que asist¨ªan ayer a la vista de los ex cargos p¨²blicos abandonaron la sala. No pod¨ªan soportar, comentaban entre s¨ª, la "desvergonzada" ignorancia sobre la legislaci¨®n alegada "por el banquero". Se refer¨ªan a Casimiro Palacios, edil de Sanidad de Alcorc¨®n (Madrid) en la ¨¦poca, 1981, del envenenamiento. "Mi concejal¨ªa", reiter¨® ¨¦ste, "no ten¨ªa otro contenido que el del programa de m¨ª partido [PCE]: reivindicar m¨¢s y mejores dotaciones asistenciales para una ciudad-dormitorio que ya contaba con 125.000 habitantes y que, a esos efectos, parec¨ªa como si solo tuviese 5.000"."No, no ten¨ªa noticia de ello", "lo desconoc¨ªa", "nadie me dijo nada"... A requerimiento de uno de sus acusadores, Palacios, un bachiller elemental que trabajaba en Madrid como administrativo de una entidad bancaria, dijo saber que "el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento" y poco m¨¢s sobre decretos o normas. Seg¨²n adujo, asumi¨® precisamente la concejal¨ªa de Sanidad -entre mayo de 1979 y enero d¨¦ 1982, cuando dimiti¨®- porque su dedicaci¨®n municipal s¨®lo pod¨ªa ser a tiempo parcial y aqu¨¦lla "no era m¨¢s que reivindicativa".

Uno de los abogados de los afectados lleg¨® a citar una ley decimon¨®nica que ya obligaba a los regidores a decomisar los aceites de oliva fraudulentos. Despu¨¦s fue desgranando otras: de 1944,1955, 1975... Daba igual. Palacios, se encastill¨® en que a ¨¦l no le incumb¨ªa m¨¢s que intentar que aumentasen los ambulatorios o- las cl¨ªnicas, lo que consigui¨®, para que la poblaci¨®n recibiera mayor asistencia., Incluso mantuvo, en contra del acta de su Ayuntamiento al respecto, que su departamento era "de Sanidad y punto, no de Sanidad y Salud P¨²blica".

La alcald¨ªa y Abastos

Palacios explic¨® en ese sentido que la salud p¨²blica depend¨ªa del jefe local de Sanidad, un m¨¦dico que dispon¨ªa de la colaboraci¨®n de un veterinario y un farmac¨¦utico y que, a su vez, se deb¨ªa a su jefatura provincial y, por ¨²ltimo, a su ministerio, "o sea al Estado". Con el titular de ese puesto siempre se relacionaba de forma directa y exclusiva el alcalde, Jos¨¦ Aranda. Por ejemplo, en lo referente a la licencia de apertura de Raelca -su concesi¨®n estaba en suspenso-, la empresa que distribuy¨® parte de la colza desnaturalizada con anilina.Por otro lado, la venta ambulante era competencia, insisti¨® Palacios, de su hom¨®logo de Abastos y Mercados, Francisco Mayo.

Se da la circunstancia de que las posibles responsabilidades jur¨ªdico-penales en que hubieran incurrido Aranda y Mayo,acusados en su d¨ªa, como Palacios, de negligencia en el control del aceite que se vend¨ªa en los mercadillos o a domicilio, se han extinguido con sus fallecimientos.

Ayer tambi¨¦n termin¨® de ser interrogado Roberto Conty. El que fuese subdirector general de Higiene para la Alimentaci¨®n se ratific¨® en sus declaraciones de la sesi¨®n anterior, la del martes pasado. As¨ª, abund¨® en que ¨¦l no escribi¨® "apto para el consumo humano" en un an¨¢lisis de una muestra de aceite de Raelca y en que, aunque varias hip¨®tesis ya apuntaban en mayo hacia una intoxicaci¨®n alimentar¨ªa, hasta junio no se culpabiliz¨® a la colza.