La nueva prueba at¨®mica francesa desata una ola de cr¨ªt¨ªcas en el mundo
La prueba nuclear francesa efectuada el mi¨¦rcoles en Mururoa, la quinta de esta serie, ha vuelto a, desencadenar una oleada de cr¨ªticas en todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Rusia, pasando por algunos socios europeos de Par¨ªs, Jap¨®n y los pa¨ªses del Pac¨ªfico sur. Y el presidente Jacques Chirac es el epicentro de las mismas. Seg¨²n el socialista Claude Bartolone, "hay que preguntarse si estas explosiones sirven para otra cosa que para demostrar que Chirac es quien manda". El comunista Roland Leroy, tras considerar que "esta explosi¨®n contribuye a aislar a Francia internacionalmente", se pregunta "si no podr¨ªan satisfacerse ciertas reivindicaciones sociales dedic¨¢ndoles el dinero de las pruebas".
La explosi¨®n estaba prevista para el 22 de diciembre. Entonces, Chirac opt¨® por aplazarla para que no coincidiera con la cumbre social con la que se puso fin a la revuelta social. Ahora ya se especula con la fecha de la sexta y ¨²ltima prueba de la serie, que deber¨ªa producirse en el transcurso del mes de enero para facilitar el viaje a Washington que Chirac tiene previsto para febrero.En Estados Unidos, la posici¨®n oficial ante las explosiones francesas es moderada, ya que s¨®lo, se lamenta el hecho. La gran mayor¨ªa de pa¨ªses del Pac¨ªfico muestra su condena de manera m¨¢s radical. Sin embargo, M¨¦xico y Chile se han sumado a las cr¨ªticas contra Par¨ªs. Los australianos consideran la actitud chiraquiana "no reflexiva y arrogante", entre otras cosas porque no tiene en cuenta las aspiracio?es,de los habitantes de la regi¨®n." Los neozelandeses creen que Francia es el peor enemigo de s¨ª misma", ya que, a causa de las bombas, "deber¨¢ reconstruir su prestigio en la zona, hoy por los suelos", en opini¨®n del primer ministro, Jim Bulger.
Arrogancia sin l¨ªmites
El secretario general de los pa¨ªses del F¨®rum del Pac¨ªfico Sur, despu¨¦s de hablar de "comportamiento inaceptable", ha dicho que "con esta nueva explosi¨®n Francia ha demostrado que su arrogancia no tiene l¨ªmites".En Tokio, el primer ministro, Tomiichi Murayama, ha califica do las pruebas de "in¨²tiles", mientras que el portavoz del Gobierno especificaba que el comportamiento franc¨¦s est¨¢ en contradicci¨®n con el esfuerzo internacional para reducir el n¨²mero de armas nucleares". El alcalde de Hiroshima ha sido tajante: "Es un acto ego¨ªsta. Traiciona la confianza de todos los pueblos del mundo". Corea del Sur ha, repetido su demanda de "paro inmediato" de la serie de explosiones at¨®micas. En Rusia, el viceministro de Exteriores, Alexandr Panov, ha repetido que su pa¨ªs est¨¢ contra las pruebas.
En Europa las, opiniones van en la misma direcci¨®n. El Gobierno sueco, hoy socio del franc¨¦s en la Uni¨®n Europea (UE), cree que "es muy lamentable queFrancia elija acabar el a?o con una nueva explosi¨®n nuclear".
En Viena, el ministro austr¨ªaco para el Medio Ambiente, Martin Bartenstein, cree que la: decisi¨®n francesa es' "incomprensible". Los holandeses se sienten "decepcionados" ante la "sordera" de Par¨ªs, que no ha atendido a las demandas de "una amplia mayor¨ªa de pa¨ªses de la UE [incluido Italia], formuladas a trav¨¦s de una resoluci¨®n de la Asamblea General de la ONU en la que se lamentaba la continuaci¨®n de pruebas nucleares y se ped¨ªa que se renunciase a efectuar otras". Por su parte, Londres se ha negado a sumarse al coro de cr¨ªticas. La quinta explosi¨®n nuclear francesa fue de una potencia de 30 kilotones y tiene como objetivo oficial la puesta a punto de t¨¦cnicas de simulaci¨®n y probar las cabezas nucleares TN-75 que deben equipar los misiles de los submarinos nucleares.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.