10 a?os, 10 millones por cuadro

En Los ?ngeles se compara a Alexandra Nichita con Picasso. Sus cuadros cuestan en torno a 10 millones de pesetas -cada uno, y hay lista de espera. S¨®lo tiene 10 a?os-.Niki y Vionca Nichita compraron hace 10 a?os una casa en Norwalk, un barrio marginal de Los ?ngeles donde la propiedad era barata, justo despu¨¦s de huir de Rumania con una ni?a reci¨¦n nacida. Para ellos, las bandas callejeras no eran m¨¢s que una ligera molestia en comparaci¨®n con la brutalidad de la polic¨ªa secreta rumana.

Niki y Vionca Nichita intentan ahora vender su modesto bungalow. Puede que se muden a Santa M¨®nica, el moderno barrio de Hollywood a la orilla del mar. No les ha tocado la loter¨ªa, pero su hija acaba de vender un cuadro por m¨¢s de 12 millones de pesetas.

Niki Nichita comenta: "Sus ventas est¨¢n a punto de superar los 200 cuadros". Sonr¨ªe constantemente y lleva una c¨¢mara de v¨ªdeo para grabar las haza?as de su excepcional hija. "Seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos, eso equivale aproximadamente a 2,5 millones de d¨®lares (315 millones de pesetas) en cuadros", dice orgulloso.

Alexandra Nichita es una ni?a prodigio. Eso ya es bastante raro, pero Alexandra es adem¨¢s una pintora abstracta. Ben Valenty, que tiene una galer¨ªa en la que Alexandra ha expuesto sus obras, opina: "Creo que nunca ha habido un artista joven con un nivel tan alto de ejecuci¨®n t¨¦cnica. Pinta con una complejidad s6rprendente. Por lo general, su obra es cubista, pero tambi¨¦n- tiene afinidades con Kandinsky y Matisse".

El cuarto trastero de la casa de Niki Nichita est¨¢ alborotado. Un perro ladra, y una ni?a r¨ªe. "Max, no, no hagas eso, te vas a cargar los rojos". Niki Nichita va a investigar al estudio de Alexandra. Antes era un comedor, pero ahora hay grandes lienzos amontonados por todas partes. Alexandra est¨¢ en el centro, delante de un lienzo y con tres pinceles en las manos. Mezcla pintura acr¨ªlica a la velocidad del rayo y aplica las capas de color.

. Nada distingue esta escena del estudio de un pintor veterano -hasta que su hermano Max vuelve a atacar, y Alexandra se convierte en una ni?a de 10 a?os que rueda por el suelo con su hermano de dos-. La madre comenta: "Alexandra empez¨® a los dos a?os. Sol¨ªa pintar estos cuadros con tinta y pluma, hasta que le compramos unas acuarelas cuando ten¨ªa cinco a?os". Vionca Nichita sonr¨ªe y coge en brazos a Max. Su expresi¨®n es una mezcla de orgullo y perplejidad. "No s¨¦ de d¨®nde saca su talento. En nuestra familia nadie tiene nada parecido a la habilidad de Alexandra".

A los ocho a?os, Alexandra expuso su obra en una biblioteca p¨²blica de Costa Mesa, un elegante barrio del oeste de Los Angeles. Elmira Ardumian, que se convirti¨® en profesora de Alexandra, dice: "Sus cuadros causaron sensaci¨®n inmediatamente. En 12 meses hab¨ªa hecho siete exposiciones en importantes galer¨ªas comerciales: algunos pintores no consiguen hacer tantas en toda su vida".

Cuando Alexandra fue descubierta se la trat¨® como un bicho raro o como una curiosidad. Ahora, su obra se ha convertido en objeto de serios estudios por parte de psic¨®logos y acad¨¦micos. Roger Shepherd, presidente del departamento de Bellas Artes en la prestigiosa Parsons School of Design, comenta: "El virtuosismo deslumbra demasiado f¨¢cilmente a la gente, y no cabe duda de que Alexandra lo tiene". Shepherd vio la obra de Alexandra en su primera exposici¨®n en Nueva York el a?o pasado. Los cuadros se agotaron. "Creo que las ventas ense?an m¨¢s sobre nuestras percepciones que el arte. Si se le dice a la gente que una pintora est¨¢ de moda, se har¨¢ famosa", opina Shepherd, que cree que Alexandra puede convertirse en una artista brillante pero que es demasiado pronto para considerarla un genio.

Se podr¨ªa pensar que Alexandra se siente excepcional, pero ella dice que, con el est¨ªmulo adecuado, m¨¢s ni?os podr¨ªan hacer un magn¨ªfico trabajo: "Los adultos subestiman a los ni?os. Todos los ni?os que conozco tienen una poderosa imaginaci¨®n, y eso se podr¨ªa convertir en talento".

Uno de sus proyectos actuales consiste en tres cuadros basados en El rey le¨®n, de Disney. Uno est¨¢ colgado ya en una galer¨ªa: valorado en 19 millones de pesetas.

The Independent / EL PA?S