Pol¨ªtica y mercado

Cuando el nuevo ministro de Exteriores espa?ol dec¨ªa que quiz¨¢s hab¨ªa que pensar en diferentes plazos para la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria (UEM), un monstruo de mil ojos empez¨® a ponerse nervioso, se sent¨ªa enga?ado. Al minuto comenz¨® a bajar la Bolsa, ¨ªndice del estado an¨ªmico de ese monstruo. Momento a momento ¨¦ste se pon¨ªa verde y colorado, y la Bolsa (o la divisa, o la peseta) segu¨ªa bajando. Por lontananza viose un caballero andante que al galope arrib¨® a la una a explicar que nada de eso, que los plazos como est¨¢n -Rodrigo Rato-; la masa informe comenz¨® a respirar por sus mil bocas, y la Bolsa volvi¨® a subir (o la divisa, o la peseta). Conclusi¨®n: es que ahora son ministros, y han de decir las cosas con cuidado, porque si no, mira las consecuencias que puede tener. Ese mismo ¨ªndice se?alaba que el monstruo no dorm¨ªa tranquilo mientras no hubiera pacto de legislatura. Pero la sensibilidad an¨ªmica del bichito nos ha acompa?ado en nuestros avatares Pol¨ªticos muy de cerca, tanto que la sentimos como nuestra: "Hay que evitar que los mercados se intranquilicen", y los objetivos pol¨ªticos de cualquier partido pasan por un estado de sana satisfacci¨®n o benepl¨¢cito del susceptible monstruito. Recordemos que bajaba en picado cuando Sadam se merendaba Kuwait y se recuper¨® en cuanto la Operaci¨®n Tormenta se puso en acci¨®n.A ver si es que hemos conectado por error los ¨ªndices burs¨¢tiles a la presi¨®n arterial de alg¨²n apasionado lector de medios de comunicaci¨®n. No s¨¦ si en el futuro los dem¨¢s mortales (a los que no nos mira nadie la presi¨®n arterial) contaremos para algo en esta democracia (perd¨®n, en este mundo). Quiz¨¢s alguien empiece a hacer caso a los ¨ªndices de audiencia, a las cartas de quejas recibidas en alg¨²n despacho ministerial por hora, o a¨²n al nivel de adrenalina general que se huele por la ciudad tras las palabras poco afortunadas de alg¨²n pol¨ªtico. Quiz¨¢s les tendremos incluso que dar las gracias, por conectarnos. La pregunta es siempre la misma: ?a qui¨¦n? Y a¨²n dicen que si la pol¨ªtica deber¨¢ o no seguir al mercado. Sea como sea, est¨¢ claro que nuestra democracia tiene de real lo que nuestros votos de decisi¨®n.-