La policia desaloja el gueto de M¨¦ndez ?lvaro y las maquinas tapian el ojo del puente

. El gueto situado bajo el puente de M¨¦ndez ?lvaro, en la calle de Pedro Bosch, dej¨® de existir ayer. Las veinte personas que segu¨ªan malviviendo en ¨¦l fueron desalojadas a las nueve de la ma?ana, con permiso judicial, por agentes de la Polic¨ªa Municipal y Nacional, a los que acompa?aban sanitarios del Samur y trabajadores sociales municipales.

Los pobladores de este m¨ªsero e insalubre reducto, habitado por toxic¨®manos, la mayor¨ªa hombres africanos y el resto mujeres espa?olas que ejercen la prostituci¨®n, no ofrecieron resistencia. Levantaron las tiendas de campa?a donde dorm¨ªan, hicieron la mochila y partieron en busca de otro refugio.Sab¨ªan que ten¨ªan que marcharse desde el 29 de agosto, cuando recibieron el aviso del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 30.

S¨®lo tres personas de la veintena que quedaba en este n¨²cleo de marginaci¨®n aceptaron trasladarse por unos d¨ªas al albergue municipal para indigentes de San Isidro, seg¨²n explic¨® el alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano. Los refugios tienen horarios, y la vida de los habitantes de este gueto, vinculada en su mayor parte a la droga y a la prostituci¨®n, comienza por la noche.

?D¨®nde han ido los expulsados? El concejal de Seguridad y Polic¨ªa, Jos¨¦ Ignacio Echeverr¨ªa, se limit¨® a se?alar que los habitantes del gueto pueden circular libremente y que ¨¦l no ha dado orden de vigilar ning¨²n posible destino, como las naves de Boetticher y Navarro, en Villaverde, a las que se mudaron en agosto la mitad de las cerca de sesenta personas que viv¨ªan entonces bajo ese puente. Dijeron que el Ayuntamiento les hab¨ªa sugerido el traslado, extremo negado por el Consistorio. Ayer mismo, tras el desalojo, comenzaron las obras para impedir que nadie vuelva a refugiarse en esta insalubre hondonada rodeada de solares, v¨ªas f¨¦rreas, carreteras y edificios abandonados. El espacio bajo el puente se rellenar¨¢ con ladrillos' y tierra y se ajardinar¨¢ la zona.

El asentamiento naci¨® hace unos tres a?os tras el derribo de varias naves de Renfe en el cercano cerro de la Plata. El lugar, donde hubo numerosas reyertas, estuvo en el punto de mira de los vecinos, que se quejaban de un aumento de la inseguridad. Sus pobladores sufrieron varios incendios, el peor de ellos el pasado 5 de julio, en el que muri¨® un hombre y otro qued¨® abrasado.